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Elecciones, vacunas y la concreción del "vamos a volver"

Santiago Cafiero anunció que las restricciones se van "a renovar con los mismos parámetros que vienen hasta ahora”. (Dibujo: NOVA)

A 24 horas del vencimiento del DNU que dispuso las restricciones vigentes para combatir la pandemia, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero anunció que “se va a renovar con los mismos parámetros que vienen hasta ahora”.

Nuevamente el Gobierno Nacional cerró una semana con gusto a poco. En el Congreso Nacional no le resultó posible sumar los votos necesarios para destrabar la “Ley Pandemia”, que permitiría establecer decisiones sanitarias a partir de la evolución del semáforo epidemiológico, evitando el desgaste que significa la sanción de nuevos DNUs, con el marco de hostilidad que insiste en diseñar la oposición y el agotamiento de la paciencia de amplios sectores de la sociedad ante la continuidad indefinida del azote del Covid-19.

Visiblemente molesto, el jefe de Gabinete resaltó “hay un Gobierno (Nacional) que toma medidas que sabe que van en contra de la inercia electoral, en contra de las encuestas, pero que van a favor de salvar vidas; no es la misma actitud que tienen algunos opositores”.

Apelando a un esquema binario, Cafiero descalificó el comportamiento de la oposición. “Hay muchos que hacen política con la pandemia porque no pueden hacer política con otras cosas y piensan que atacando la vacunación atacan al Gobierno y tienen algún rédito electoral”.

“Se equivocan, discuten si ponen dos diputados más, la sociedad los va a castigar porque pusieron en riesgo las estrategias sanitarias", continuó. Y nuevamente planteó el escenario de la grieta como conclusión: “Seguimos escuchando a los epidemiólogos y a los médicos, la oposición escucha a encuestadores y a quienes le hacen marketing político”.

Lo cierto es que, pese al enojo del jefe de Gabinete, el Frente de Todos ensaya una mirada optimista sobre el horizonte, con la vista fija en las elecciones legislativas de este año. Las encuestas que se manejan le dan el 8 por ciento de ventaja en provincia, con amplias posibilidades de ampliarla si la estrategia definida resulta exitosa. No hay clima social para mayores restricciones, ya que “la Ciudad no cumple” y la Corte Suprema juega en contra. Vacuna y asado es la premisa.

Claro está, sumando a esto aumentos salariales y renegociación de las paritarias que cerraron por debajo del 40 por ciento que reconocieron al personal legislativo Cristina Kirchner y Sergio Massa. Incremento en los planes sociales, devolución de ganancias en la secuencia justa para llegar al momento de realización de los comicios, marcha atrás en la actualización retroactiva de los monotributos. Más otros beneficios que irán apareciendo en los sesenta días previos a las elecciones.

Si no se puede frenar la inflación, se recuperarán ingresos poniendo más dinero en los bolsillos de la ciudadanía, aunque se deba empapelar la Argentina de billetes flamantes. Con esto consideran que alcanzará.

También harán falta los gestos políticos. Bajar los niveles de confrontación con tendencia a cero. Lo determinante será mantener la unidad contra viento y marea.

Las reuniones en las que cada lunes se despliega la ingeniería electoral para el AMBA y el interior de la provincia de Buenos Aires entusiasman a las primeras líneas del gobierno. Ya nadie se esfuerza en disimular el control que ha tomado Axel Kicillof de la política económica del Gobierno Nacional.

Tan es así que el encuentro de esta semana se realizó en La Plata. Allí estuvieron presentes Axel, Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, Andrés “Cuervo” Larroque (ministro de Desarrollo Comunitario de la Provincia), Máximo Kirchner y, en representación de Alberto Fernández, la presencia solitaria de Santiago Cafiero.

A Cristina no le hace falta participar de manera presencial. Opera a distancia y ocupa sus días en intervenir de manera creciente en la gestión del gobierno nacional en el año electoral. En los últimos días convocó a los ministros de Economía, Transporte, Turismo y Agricultura, para exigirles la baja del precio de la carne y dar respuestas al sector turístico y hotelero.

También exigió la implementación de una nueva IFE o similar y de ayudas a las empresas afectadas, archivó el tope impuesto por Martín Guzmán a los incrementos salariales con la paritaria legislativa –en sociedad con Sergio Massa-. Plata en los bolsillos, comida en la mesa de los argentinos.

Queda claro que la vicepresidenta juega un rol determinante en la composición de las listas electorales bonaerenses, respetando la distribución de cargos con el Frente Renovador y el “albertismo”.

Los comicios permitirán dar una salida elegante a varios de los “funcionarios que no funcionan”, y de posicionar en lugares clave del parlamento a otros que responden directamente a su jefatura. En el esquema que planificó Cristina en 2019, los primeros dos años de Alberto eran de transición, y los dos últimos de avance en un programa de transformaciones. El prometido “Vamos a volver” recién se sustanciaría en 2019, para cristalizarse con la llegada de Axel a la presidencia en 2023.

Entre los nombres que integrarían las listas y que por estas horas circulan de manera reservada como beneficiarios de una “salida honrosa” se incluyen el propio Santiago Cafiero, Daniel Arroyo y Gabriel Katopodis –a los que Alberto difícilmente resignará-, Matías Lammens y Felipe Solá.

Entre los promocionables, aparecen la presidenta del ANSES, Fernanda Raverta, la titular del PAMI, Luana Volnovich, Sergio Berni, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, la responsable de AYSA, Malena Galmarini, la titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz y el legislador porteño y asesor presidencial Leandro Santoro. Todos ellos serían reposicionados estratégicamente de cara a las presidenciales de 2023.

También circuló el nombre de Daniel Scioli para integrar las listas. El ex gobernador siempre suma, pero no está interesado en abandonar su exitosa gestión en territorio brasileño. Salvo que se lo promoviera a la Cancillería. La danza de las candidaturas recién comienza.

Queda por evaluar también las definiciones en el terreno de la oposición, cuál es realmente la importancia que podría adquirir un espacio liderado por Florencio Randazzo, y cómo van marchando el cronograma de vacunación y la puja distributiva entre capital y trabajo.

En el oficialismo creen que el perfil de los candidatos opositores definirá el estilo de la campaña y analizan ventajas y desventajas de apostar por la moderación o la beligerancia. Por ahora no está definido y hay distintas opiniones.

“La moderación no existe en el mundo, miremos a Estados Unidos, a Brasil, a España. ¿Por qué funcionaría en la Argentina?”, apuntó un vocero del kirchnerismo: “Ojalá podamos ir a un tono de consenso, pero vamos a ver qué hay del otro lado”.

“Ojalá podamos ir a una disputa pública seria, pero ellos no dejan margen, diciendo que la vacuna es veneno o que no queremos comprar vacunas”. Pero el sentimiento imperante es de cauto optimismo.

Han tomado nota de la necesidad de mejorar la comunicación política y de centralizarla. De abrir un poco el juego a nivel de algunos municipios para garantizar la contención de muchos sectores que contribuyeron a la victoria en 2019 y quedaron después con las manos vacías. Se postergó la asunción del PJ provincial por parte de Máximo Kirchner para evitar rispideces con los intendentes.

Vacuna, asado y dinero en el bolsillo. La clave de la estrategia electoral del Frente de Todos. Y unidad y armonía, al menos hasta que termine el recuento del último voto.

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