




En los últimos días se conoció públicamente que Luciano Pereyra había tenido una relación de cinco años con la modelo Milca Gili. Ella supo desempeñarse de forma destacada en Europa, pero un inconveniente de salud la llevó a volver a Argentina y cambiar de rubro. En diálogo con NOVA, habló del lado B de esta relación y de cómo logró reconvertirse exitosamente.
- ¿Cómo fue que estuviste cinco años con Luciano Pereyra y recién ahora se sabe públicamente?
- Como a él no le gusta la prensa yo siempre lo respeté. Pero tuve que dejar muchas cosas de lado para sostener eso, como por ejemplo mi vida social, y terminé en un lugar en el que hoy no estaría.
-En una entrevista reciente diste a entender que la relación “no era muy democrática”. ¿A qué te referís con esa definición?
- Porque yo siempre luché por trabajar y mi ex pareja no quería. Tengo una inmobiliaria, no me estaba yendo a hacer un desfile a Milán. Sufrí mucho bullying, trabajar de modelo hace pensar a la gente que tenés una vida fácil porque sos fácil. Y luego en la inmobiliaria no servía, tenía que ser “la mujer de” y quedarme encerrada esperando en casa. Porque si había evento o viajes, lo mejor era que no fuera a todos. Era demasiado llamativa.
- Vos trabajaste años como modelo en Europa: ¿Por qué dejaste de hacerlo y cómo llegaste al rubro inmobiliario?
- Trabajé como modelo en Milán desde muy chica, tuve Cáncer de Colon, me operé en Milán, y en el último mes de quimio, me vine a Argentina. Ahí, para no pensar en la quimio y en mi caída del pelo, fui a servir café a una inmobiliaria donde me terminé enamorando del rubro y se convirtió en mi actividad.
- ¿Qué haces actualmente?
- La inmobiliaria, es mi actividad principal, con sucursal en Buenos Aires y en Milán. Además, algunas veces hago catálogos, hice uno muy lindo en Las Maldivas para trajes de baño, también grabé unos capítulos de una serie para Sony que se llama “El ángel de Hamburgo” y estuve trabajando en Canal 26 en “Me Gusta La Tarde”, hasta marzo.