
Por primera vez desde el cambio de gobierno, el foco de atención no está puesto en la economía y ahora los ojos se posaron en el peligro de las enfermedades que podrían perjudicar a la población. La alarma generalizada ante el virus chino provocó que los barbijos desaparecieran de las farmacias y, a la vez, que aumentaran su valor debido a las demandas.
Pero más allá de lo que suceda con el Covid-19 y los posibles casos de contagios en la Argentina, hay otras preocupaciones por las que desde el Ministerio de Salud conducido por Ginés González García tuvieron que salir a activar distintos protocolos. Uno de ellos es el dengue, que ya provocó dos muertes y se espera un pico más alto para el mes de marzo.
Por otro lado, se registraron varios casos de sarampión, de los cuáles uno de ellos terminó siendo mortal. Tan solo en la provincia de Buenos Aires, en total son al menos 118 los que se descubrieron en 19 ciudades distintas, por lo que también se espera que exista una coordinación de trabajo con el titular de la cartera sanitaria provincia, Daniel Gollan.
Esta última enfermedad había sido eliminada de la circulación endémica, situación certificado en 2016 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el año 2000 y la última muerte había sido en 1998. Pasaron 22 años y varios errores la hora de encarar las políticas de salud para que una mujer falleciera a causa del contagio, a pesar de que forma parte del Calendario Nacional de Vacunación de Argentina a los 12 meses de vida y al ingreso escolar.
En el caso del Coronavirus, González García aclaró tras la reunión con sus pares provinciales que hubo 21 personas en estudio en nuestro país y, al mismo tiempo, para llevar tranquilidad a la población reconoció que “no hay ningún caso confirmado” y destacó la importancia que su gestión tomará "la vacunación como política de Estado".
En este sentido, el ministro de Salud consideró que por tratarse de una enfermedad nueva hubo un "exceso de ocupación y de preocupación". Por lo pronto, se está intentando cerrarle la puerta de ingreso a la Argentina al virus chino con algunos controles en los aeropuertos, mientras se registran cada vez más casos de sarampión y dengue.
Privilegiados sin privilegio
Cuando la semana llegaba al ocaso, se llevó a cabo el tan promocionado debate para revistar la reforma previsional de jueces, fiscales, magistrados y diplomáticos, entre otros. La sesión terminó en escándalo, con varias acusaciones cruzadas y con los diputados de Juntos por el Cambio abandonando el recinto a la hora de votar, denunciando una maniobra ilícita por parte del Frente de Todos.
El conflicto se inició cuando la oposición avistó la presencia de Daniel Scioli para dar quorum, quien en los días anteriores fue designado como Embajador en Brasil, por lo que consideraban que no debía ocupar su escaño. Sin embargo, su renuncia todavía no se había efectiva, por lo que solo se trató de un tecnicismo, ya que, al no salir en el Boletín Oficial, debía asistir a la sesión.
Más allá del cruce verbal y las acusaciones por parte de los legisladores que tuvieron en su representación más enérgica al cordobés Mario Negri, el proyecto para diluir las jubilaciones de privilegio tuvo su aprobación con un total de 128 votos a favor, 2 abstenciones, y la ausencia de todo el bloque de Juntos por el Cambio.
Con la media sanción, el polémico proyecto que busca equilibrar los ingresos jubilatorios para que no exista tanta diferencia entre los que más y los que menos tienen será girado al Senado, donde se debatirá y se espera que la sesión tenga la misma temperatura elevada que tuvo en la Cámara de Diputados y donde Cristina Fernández de Kirchner tendrá un lugar fundamental como presidenta del cuerpo.