Entre deudas y bonos: pateando y reperfilando para adelante

Las finanzas del país, a pesar del cambio de gobierno, siguen complicadas y se convirtieron en el principal dolor de la cabeza de la nueva gestión. A pesar de los intentos de reflotar el consumo con distintas medidas como el aumento solidario o la tarjeta alimentaria, en su rubro que todavía no ha podido crecer y sigue estancado como en los últimos años.
La inflación del mes de enero arrojó una variación del 2,3 por ciento y si bien reflejó una desaceleración siendo el índice más bajo desde julio pasado, no deja de ser un número alto. Para lo que resta del año, las estimaciones de las consultoras privadas vaticinan que rondará el 30 por ciento, descendiendo casi a la mitad de lo que fue el 2019.
Al respecto, el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Marco Lavagna, pidió cautela sobre los datos arrojados por el ente encargado de medir el IPC y al mismo tiempo adelantó que para el mes de marzo se podría originar un incremento debido al comienzo de las clases y al alza que generaría el aumento en los productos escolares.
"Cuando vos comparás el dato de enero con el ritmo de la inflación de los últimos meses, es auspicioso. Pero sigue siendo un dato alto, por lo que yo sería muy cauto. Todavía falta mucho trabajo por hacer y hay que tener tranquilidad", sostuvo Lavagna y confesó que uno de los factores que beneficiaron el freno fue “el congelamiento de tarifas, que lo tiraron para abajo".
En relación a la política económica internacional, el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, reveló que se reperfilará el Bono Dual mientras continúan las negociaciones para renegociar la deuda con el FMI. Esta decisión tuvo una recepción negativa en los mercados, más allá de que todavía existe un dejo de confianza en el nuevo funcionario encargado de manejar las finanzas.
De esta forma, con el visto bueno del presidente Alberto Fernández, se resolvió patear para el mes de septiembre algunos compromisos y vencimientos que estaban estipulados para estos días. Además, se tomó la decisión de interrumpir el pago de intereses del capital que ascendía a los 90 mil millones de dólares, tras la fallida licitación de Letras del Tesoro del pasado lunes.
En el transcurso de la semana, Guzmán visitó el Congreso de la Nación para explicar los principales puntos de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, tras lo que fue la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados y en el Senado, respectivamente. Sin medias explicaciones al respecto, su alocución provocó la crítica de la oposición que catalogaron su exposición como escueta.
"Hay mucho dinero en juego y gente que juega muy fuerte", aseguró el ministro y para llevar tranquilidad a la población añadió que "en ese juego nosotros estamos del lado de la gente". A su vez, rechazó los procesos de sobreendeudamiento y también remarcó que no habrá superávit fiscal hasta el año 2023.
Por lo pronto, las negociaciones con el organismo de crédito internacional presidido por Kristalina Georgieva continuarán con la llegada de la misión del FMI a la Argentina. Desde el gobierno derrochan optimismo, aunque en caso de no llegar a acuerdo entre ambas partes y ante la posibilidad de que se quiebre el diálogo, podría significar un duro golpe a las finanzas del país.