
El 10 de diciembre de 2019 se produjo un cambio significativo en la Argentina, desde lo político y también desde lo ideológico. Se cumplieron los primeros 30 días del nuevo gobierno que en este mes dio signos claros de lo que será su gestión, con pequeños gestos que inclinaron la balanza para saber que, en algunas cuestiones, será totalmente diferente a lo anterior.
Desde el regreso del Ministerio de Salud hasta la creación de un área de Género, pasando por las designaciones en distintas dependencias de personas ligadas a lo que había sido el kirchnerismo. Cada decisión que tomó Alberto Fernández en conjunto con su Gabinete intentó ser en la dirección opuesta a lo que había hecho Cambiemos tiempo atrás.
Sin embargo, utilizando una estrategia similar a la planteaban los viejos dirigentes que ahora se transformaron en oposición, desde el Frente de Todos iniciaron una campaña de marketing a través de las redes sociales. Para ello, todos los ministros lanzaron publicaciones simultáneas para crear un relato sobre cómo encontraron cada área al momento de asumir.
Mientras tanto, desde el gobierno apuntan a continuar equilibrando las finanzas que están muy comprometidas. Desde entonces, se lanzaron varias medidas económicas que apuestan a reactivar el consumo y que haya más circulación de pesos. La última resolución apuntó a una reestructuración del programa “Precios Cuidados”.
La nueva versión incluye 310 productos de los cuales muchos son de primera línea, para instalar un techo en valor y fijar una referencia. Gaseosas con azúcar, algunas bebidas con alcohol y hasta incluso la manteca generaron una catarata de críticas con respecto a la salud de los argentinos, cuando lo que se trata no es de un programa de salud, sino más bien, como su nombre lo indica, de precios.
Esta nueva medida viene a acompañar a otras tantas que se fueron dando paulatinamente en estos 30 días de Alberto Fernández en la Casa Rosada; la retracción del 8 por ciento a los medicamentos, el congelamiento de las tarifas de transporte y servicios públicos, el bono para jubilados y beneficiaros de la Asignación Universal por Hijo, el aumento salarial para los privados y estatales, el plan de regularización de deuda para las Pymes y la tarjeta alimentaria, son algunos de los anuncios.
El último de ellos es “Argentina Hace”, un programa que apuesta no solamente a la obra pública, sino también a la creación de 20 mil puestos de trabajo y que contempla una inversión de 8.500 millones de pesos. Esta es una apuesta más del gobierno para reactivar la economía, generar trabajo y mostrar gestión en la primera oleada.
Por último, se conoció la noticia de que Alberto Fernández buscará firmar un decreto que reduzca los montos de coparticipación que recibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que había sido beneficiada por Mauricio Macri en 2016. De esta forma, se le quitaría un 1 por ciento, lo que significaría 36 mil millones de pesos menos que serán distribuidos en el resto de las provincias con el objetivo de federalizar los fondos.
Esta decisión se ya la habían comunicado al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en diciembre pasado. Por lo tanto, no debería sorprenderle, aunque podría esperarse que exista una estrategia mediática que apunte a debilitar la imagen del Presidente.
Los primeros 100 días serán claves para conocer el camino de la nueva gestión. Por lo pronto, en este mes se vio la mano de Fernández, que intentó negociar, dialogar, apaciguar las aguas y tratar de conformar a la mayor cantidad de sectores posibles. Mientras tanto, la Argentina espera por la recuperación económica que hace tantos años viene deseando.