VIDEO | El oficial chaqueño Horacio Cornut: "Ningún perro nace malo ni fue diseñado para atacar por naturaleza"





El oficial principal Horacio Cornut, especialista con más de dos décadas trabajando codo a codo con los célebres "hijos de cuatro patas" que cuidan y asisten a la comunidad chaqueña, trabaja en el Departamento Canes de la Policía del Chaco.
Su palabra, mezcla de experiencia y vocación, desarma mitos y nos invita a repensar la relación con nuestros perros.
Ingresar al Departamento es mucho más que cruzar la puerta de una dependencia oficial: es ingresar a otro universo, donde el idioma se traduce en movimientos de colas, orejas atentas y miradas que lo dicen todo.
Cornut sabe que mucha gente asocia ciertas razas con agresividad y peligrosidad. No tarda un minuto en derribar esa barrera: "Ningún perro nace malo ni fue diseñado para atacar por naturaleza. La clave está en cómo el humano administra y educa a ese animal", dijo.
Y precisó: "El 70 u 80 por ciento del comportamiento es resultado de la relación con su tutor". Así, poco importa el apellido canino: desde el ovejero alemán hasta el más pequeño de los mestizos, lo determinante es la educación y el vínculo.
Según Horacio, mucho del desconocimiento viene de creencias populares. En las charlas que dan en escuelas y jardines, las consultas siempre giran en torno a si tal raza es segura para los chicos o si un perro puede aprender "a cuidar" sólo por tener determinado físico. "No hay fórmulas mágicas: los animales buscan proteger a quien los provee recursos y afecto, sin que eso implique volverse agresivos".
El adiestrador rescata una distinción clave: educación y adiestramiento no son sinónimos. Primero, hay que fomentar una convivencia sana, enseñar normas básicas y socializar al perro con personas y otros animales. "Después se puede avanzar en habilidades especializadas, como las tareas que cumplen nuestros perros policías: la búsqueda de narcóticos, rescate de personas o acompañamiento terapéutico".
Cuando toca la fibra de los famosos casos de ataques caninos —esos que suelen ocupar titulares y dividir aguas— Horacio es categórico: "Siempre, siempre, la responsabilidad está del lado humano. No es la raza ni es ‘el perro malo’. El animal interpreta lo que su entorno le muestra, su educación y su manejo. La biología da predisposiciones, pero no condena".
Explica que ni el dogo argentino ni el pitbull ni ninguna raza nace lista para agredir a una persona; muy por el contrario, el problema surge cuando las señales, los límites y los vínculos están mal gestionados.
Horacio, entre mate y mate, baja a tierra consejos decisivos para cualquiera que esté pensando en sumar un peludo al hogar: "Antes de adoptar, hacete preguntas reales: ¿Cuánto sé sobre perros? ¿Cuánto tiempo tengo? ¿Quiero una compañía tranquila o puedo hacerme cargo de un can con mucha energía?".
Remarca que algunas razas, como los labradores, beagles y ovejeros alemanes, pueden adaptarse mejor a hogares con chicos, por su docilidad y capacidad de aprendizaje. Pero insiste: "No hay recetas universales. Todo depende de la honestidad y compromiso del humano".
El oficial no evita los temas polémicos. Ante los cuestionamientos de la prensa sobre incidentes con perros considerados "potencialmente peligrosos", sostiene: "Hay que dejar de poner el foco negativo en las razas y exigir más capacitación y responsabilidad a los dueños. Un perro no decide tener mal carácter de un día para otro. El mensaje que recibe en su casa y su contexto es el factor clave".
Lo interesante es que esta convicción no es sólo teoría para Cornut. Él mismo cuenta que su compañero de vida es un ovejero alemán llamado Harry que, antes de llegar a su casa, había sido tachado como "imposible de manejar" por supuestos problemas de agresividad.
"Probé que con paciencia, reeducación y el enfoque correcto, cualquier perro puede convertirse en un maravilloso compañero. Solo hay que entenderlo, escuchar lo que necesita y actuar con respeto y coherencia".
¿Los perros sienten celos? ¿Pueden los cambios familiares disparar reacciones inesperadas? Horacio lo explica poniendo el foco en una verdad biológica: "Los perros no sienten celos como nosotros los humanos. Se mueven por recursos: comida, cariño, juegos y atención. Si algo trastoca ese reparto, puede haber señales de alerta, pero nunca una reacción calculada de odio o envidia. Los humanos ponemos nuestras emociones encima de ellos, y ahí se producen los malentendidos".
Más allá de las consultas y los consejos, Horacio y su equipo están todos los días disponibles para quienes necesiten asesoramiento, tanto desde la prevención como en la resolución de problemas de convivencia.
"El departamento canes forma parte de la Policía del Chaco y sus puertas están siempre abiertas. Preferimos mil veces que nos consulten antes de que un mal entendido se vuelva un problema".
Sobre los episodios de violencia que involucran a los canes, Cornut es muy concreto: "todo tiene que ver con la educación y el vínculo".
El diálogo con el oficial principal Cornut deja una sensación clara: los perros, con su particular inteligencia y nobleza, reflejan lo que cultivamos en ellos. Son cómplices de alegrías, protectores leales y, cuando se los acompaña de manera responsable, excelentes miembros de cualquier familia chaqueña.
La pregunta, entonces, ya no es qué perro conviene adoptar, sino qué estamos dispuestos a ofrecerles nosotros a ellos. La respuesta, según los expertos y los propios canes, siempre empieza con respeto, información y mucho amor.