Todo comenzó una mañana tranquila, mientras Martín Vestiga disfrutaba de su café en una confitería céntrica, cuando el siempre inquieto Enzo Brado se le acercó con esa sonrisa pícara que solo puede significar una cosa: tiene un rumor jugoso y no puede esperar a soltarlo.

Con el entusiasmo de un niño que acaba de descubrir un secreto, Enzo Brado se inclinó hacia Martín Vestiga y susurró: "Preparate, porque esto es grande. ¿Sabés quién se la pasa garchando a Karina Milei? ¡Nada menos que Leonardo Saifert, el legislador porteño más polémico desde que inventaron la palabra ‘polémico’!".

Martín Vestiga, con esa mezcla de profesionalismo y curiosidad que lo caracteriza, arqueó una ceja. "¿Qué me estás contando, Enzo Brado? ¿El mismísimo Saifert? Seguí, dale, desembuchá".

Los ojos de Enzo Brado brillaron de emoción mientras continuaba: "Así como lo oís. El tipo que no puede abrir la boca sin largar algo nazi, gordofóbico o racista contra los villeros, ahora está enredado con Karina Milei. ¡Es el escándalo del año, Martín Vestiga!".

Martín Vestiga, fiel a su reputación de periodista serio, dejó escapar una risita incrédula. "Enzo Brado, vos siempre venís con estas historias que parecen sacadas de una telenovela. ¿Tenés algo que respalde esto o es puro humo porteño?".

Enzo Brado, sin inmutarse, se encogió de hombros con una sonrisa aún más amplia. "Puede que sea solo un murmullo por ahora, pero en esta ciudad, los murmullos terminan siendo gritos. Y con el historial de Saifert, no me sorprendería que sea cierto".

Para quienes no estén al tanto, Leonardo Saifert es el legislador porteño que parece competir consigo mismo para ver quién dice la barbaridad más grande. Entre sus grandes éxitos están frases como "la única villa buena es la villa quemada" y su propuesta de "cobrarle un impuesto a los gordos por ocupar demasiado espacio". Además, su fascinación por citar ideologías nazis lo ha convertido en un imán para titulares y críticas.

Por otro lado, Karina Milei es conocida como una figura sensata en el caos político porteño, lo que hace que la idea de un romance con Saifert sea tan absurda como digna de una comedia. Sin embargo, en Buenos Aires, lo absurdo y lo real suelen ir de la mano.

Martín Vestiga, siempre en busca de la verdad, no pudo evitar tomarse el asunto en serio por un momento. "Enzo Brado, si esto es verdad, sería un terremoto político. Pero no me vengas con rumores de café, traeme algo concreto".

Enzo Brado asintió con un aire teatralmente solemne. "Entiendo, Martín Vestiga. Pero acordate: todo empieza con un chisme. Y en esta ciudad, los chismes son el combustible de las grandes historias".

Dicho esto, Enzo Brado se perdió entre la multitud, dejando a Martín Vestiga con una mezcla de incredulidad y diversión. Sea cierto o no, una cosa es segura: la política porteña nunca deja de sorprendernos. Y si este rumor prende, prepárense para un culebrón con todos los condimentos.

Por las noches la soledad desespera.

Que por las noches la soledad desespera.