El Ejército israelí confirmó haber llevado a cabo ataques en el norte de Gaza, asegurando que fueron dirigidos contra combatientes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, en respuesta al lanzamiento de cohetes ocurrido días atrás. Además, Tel Aviv anunció una intensificación de su ofensiva terrestre en la zona en los próximos días.

El recrudecimiento de la violencia coincide con la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Medio Oriente, mientras continúan las negociaciones indirectas sobre un nuevo acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, expresó que EE.UU. está “preocupado” por la situación humanitaria en Gaza.

Desde el campamento de refugiados de Jabalia, residentes informaron haber escuchado múltiples explosiones durante la noche. Videos compartidos por activistas muestran edificios en llamas y cuerpos sin vida envueltos en mantas en los pasillos de hospitales desbordados.

Uno de los sobrevivientes, Hadi Moqbel, relató entre escombros la tragedia familiar: “Dispararon dos cohetes. Llegamos corriendo y vimos restos de cuerpos en el suelo, niños muertos, una mujer muerta y un bebé de apenas dos meses”.

El director del hospital al Awda denunció que la falta de insumos médicos y combustible para generadores ha obligado al cierre de departamentos enteros, dificultando la atención de heridos y elevando el riesgo de un colapso total del sistema de salud en la zona.