VIDEO | Otro escupitajo a la memoria: Milei eligió al obispo que defiende genocidas para dar el mensaje de Pascuas

El Gobierno de Javier Milei desató una nueva controversia al designar al obispo Santiago Olivera, conocido por justificar a los represores de la dictadura, para pronunciar el mensaje oficial de Pascuas.
Esta decisión, vista como un nuevo desafío a los derechos humanos, resalta las posturas de Olivera, quien describió los procesos de Memoria, Verdad y Justicia como una forma de “venganza” y elogió a algunos genocidas como “gente buena y valiosa”.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
— Casa Rosada (@CasaRosada) April 20, 2025
Agradecemos al Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera, por su mensaje de fe y reflexión en esta fecha tan significativa para el pueblo argentino. pic.twitter.com/a4RpuuejCG
En su mensaje pascual, difundido por el Gobierno libertario, Olivera expresó: “Este domingo celebramos la Pascua de resurrección. Coincide con nuestros hermanos mayores en la fe, con su Pésaj. Es el paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad. Cristo resucitó y da sentido a nuestra fe.
Quiero enviarles un cordial saludo con la alegría que nos da justamente que Cristo venció con su muerte nuestra muerte y nos dio la vida para siempre”. La elección de estas palabras, en un contexto de fuerte cuestionamiento a su figura, intensifica la polémica.
Por otra parte, Olivera ha defendido públicamente a militares procesados por crímenes de lesa humanidad. En una reciente entrevista radial junto a Cecilia Pando, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA), el obispo afirmó que se viven “tiempos nuevos” para quienes respaldan a los represores.
“Siempre digo que hay militares que no se portaron bien y con esos hay que hacer justicia, pero no hacer venganza, que es lo que me parece (que pasa) con muchos de ellos al conocerlos o visitarlos. Creo que hay gente muy valiosa y muy buena, que la historia hay que mirarla en su tiempo y no sacarla de contexto”, señaló.
En la misma línea, Olivera añadió: “Hay muchísima gente que murió sin condena y, por lo tanto, inocente”. Además, cuestionó las condenas a militares, argumentando que se usan “terminologías terribles –genocidas, asesinos– cuando era gente muy joven que obedecía, y así están formados los militares”. Estas declaraciones refuerzan su postura de justificar a los responsables de violaciones a los derechos humanos, lo que contrasta con el reclamo social por justicia.
Mientras tanto, la Iglesia Católica argentina envió un mensaje crítico al Gobierno de Milei durante las celebraciones de Semana Santa. En el tradicional lavado de pies del Jueves Santo, dedicado a los jubilados, se denunció la precaria situación social que enfrentan.
Los organizadores, respaldados por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, exigieron una jubilación “con dignidad”. “Queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”, manifestaron bajo el lema “A los pies de nuestros abuelos”.
Esta acción, liderada por curas villeros y sacerdotes de barrios populares, se replicó en iglesias de todo el país. En la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati, García Cuerva presidió la ceremonia principal junto a la Familia Grande Hogar de Cristo, reclamando una jubilación que permita “descansar con dignidad tras una vida de trabajo”. El mensaje citó a figuras eclesiásticas como los arzobispos Ángel Sixto Rossi, Marcelo Colombo y el papa Francisco, subrayando la necesidad de justicia social.
En paralelo, ese mismo día, García Cuerva encabezó la Misa Crismal en la Catedral Metropolitana, donde consagró el Santo Crisma, bendijo los óleos santos y renovó las promesas sacerdotales. La celebración incluyó una peregrinación de sacerdotes desde la parroquia San Ignacio de Loyola hasta la Catedral, pasando por la Casa Rosada. En su homilía, el arzobispo pidió “darle el dominio político al corazón” y llamó a la unidad frente a la “realidad compleja y desafiante” del país.
Con una catedral repleta de más de 400 personas, entre religiosas, obispos y seminaristas, García Cuerva instó a no excluir a nadie: “Hoy es la hora de vivir nuestro ministerio sacerdotal anclados en Cristo, sin postergaciones ni excusas”. También expresó gratitud al clero por su compromiso pastoral.
La ceremonia culminó con la bendición papal con indulgencia plenaria del Año Santo y el canto de la Salve Regina, cerrando un día marcado por un fuerte mensaje social y espiritual.