Reviviendo al muerto en Quilmes: Mayra Mendoza se aferra a Cristina Kirchner mientras Kicillof huye de ella
Qué escena tan patética nos regaló Mayra Mendoza, la intendente de Quilmes, al abrir las sesiones del Concejo Deliberante. Mientras Axel Kicillof suda la gotcha intentando darle un lavado de cara al peronismo y despegarlo de los fantasmas que lo persiguen —como la condenada por corrupción Cristina Fernández de Kirchner o el expresidente Alberto Fernández, famoso por su mano larga con mujeres embarazadas—, Mayra decidió clavar los tacos en el barro y gritarle al mundo que su ídola, la exvicepresidente con la imagen por el suelo, es el faro que Argentina necesita.
“Con Cristina, Argentina tiene presente y futuro”, soltó Mendoza, como si recitar un mantra de La Cámpora fuera a borrar el desastre que dejaron. En un discurso cargado de nostalgia por el 2015, insistió en que Javier Milei llegó por “hartazgo y desilusión”, pero claro, la solución es volver a la gloriosa era K.
“Justamente por eso hoy la quieren proscribir y evitar que vuelva a ser candidata. Porque saben que, con Cristina, Argentina tiene presente y futuro”, afirmó, sin un ápice de ironía. Pobrecita, no se enteró de que el país ya le pasó factura a su jefa en los tribunales.
Mientras Kicillof arma su “Movimiento Derecho al Futuro” para no hundirse con el Titanic peronista, Mendoza se dedicó a listar obras municipales —pavimentar mil cuadras, una planta hormigonera, un natatorio en Solano— como si fueran logros heroicos ante el “abandono” de Milei.
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados”, dijo, echándole la culpa al Gobierno nacional por frenar fondos. Eso sí, para las obras hídricas de 400 millones de dólares, miró a la provincia y a Nación con ojitos de auxilio.
En seguridad, prometió comisarías en La Paz y Don Bosco, más patrulleros y un “nuevo plan” para 2025. También sacó pecho con el Quilmes SUMA, que llevará carne y verduras a comedores, como si eso tapara el hambre de coherencia política.
Es decir, nuevamente, mientras Kicillof busca un peronismo potable, Mayra Mendoza se abraza a Cristina, esa figura nefasta que él y tantos quieren borrar.
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