Cuando le preguntaron por el pedido de juicio político contra el mandatario, Santilli no perdió la oportunidad de diferenciarse del kirchnerismo y demostrar que está dispuesto a bancar cualquier error libertario con tal de mantenerse en el radar de la Casa Rosada. "No estoy de acuerdo y voy a estar enfrente de esa medida", afirmó, como si alguien le hubiera pedido su opinión al respecto.

En su intento de justificar lo injustificable, "El Colo" además minimizó el problema: "Miles de personas invierten o toman decisiones en ese mercado; a veces te va bien, a veces te va mal". Es decir, si te estafan, mala suerte.

El detalle que hace todo más grotesco es que su propio hijo, fruto de su relación con la periodista Nancy Pazos, cayó en la trampa. Pazos lo confirmó en televisión: "Teo Santilli Pazos, mi hijo". Un dato que dejó mudo al ex candidato a gobernador bonaerense, que apenas atinó a decir que su hijo "sabía lo que hacía".

El joven, al ver el tweet de Milei, pensó que era una oportunidad de oro. No estaba solo: miles de seguidores del mandatario creyeron en la memecoin promovida por el economista y compraron. Lo que pasó después es historia: la moneda se desplomó y los inversores perdieron su dinero.

Pero Santilli no está preocupado por eso. Su prioridad es otra: seguir en la conversación política, asegurarse un lugar en el esquema de Milei y, si es posible, recibir una palmada en la espalda de él. Mientras tanto, los estafados, que se arreglen solos.