La historia viviente
Efemérides

Manuel Dorrego, el mártir del federalismo argentino

Manuel Críspulo Bernabé Dorrego nació el 11 de junio de 1787 en Buenos Aires.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 13 de diciembre de 1828 el coronel Manuel Dorrego, gobernador de Buenos Aires, fue fusilado en Navarro por orden del general Juan Galo de Lavalle. Este trágico evento marcó un hito en la historia argentina, simbolizando la lucha entre unitarios y federales que definió gran parte del siglo XIX en el país.

Manuel Críspulo Bernabé Dorrego nació el 11 de junio de 1787 en Buenos Aires. Hijo de José Antonio Do Rego Da Silva, un comerciante portugués y la porteña María Ascensión Salas Díaz, pasó su infancia en la capital del Virreinato del Río de la Plata. Estudió en el Colegio de San Carlos y más tarde siguió la carrera de derecho en la Universidad de San Felipe en Chile, donde se involucró activamente en los movimientos independentistas chilenos.

Los acontecimientos porteños de mayo de 1810 lo sorprendieron en Chile, pero en los primeros meses de 1811 volvió a Buenos Aires al frente de 400 soldados para sumarse al bando de los que querían romper lazos con España. La expedición contó con el apoyo de la junta de gobierno chilena. Dorrego fue un ferviente defensor del federalismo.

Participó en la primera campaña al Alto Perú del Ejército del Norte bajo las órdenes de Manuel Belgrano, participando de las batallas de Tucumán y Salta demostrando tener coraje, pero su indisciplina lo dejó afuera de la segunda campaña. Tiempo después José de San Martín, que había relevado a Belgrano, también lo sancionó

En 1814 vuelve a Buenos Aires para ponerse a las ordenes del director supremo Carlos María de Alvear en la guerra contra el oriental José Gervasio Artigas. Si bien tuvo éxito contra las tropas del artiguista Fernando Otorgués en Marmarajá, luego fue derrotado por Fructuoso Rivera en Guayabos, a inicios de 1815. Luego de la derrota volvió a Buenos Aires para casarse con Ángela Baudrix, con quién tuvo dos hijas.

A pesar de haber conbatido contra ellos, en el plano político fue un entusiasta opositor al plan del director supremo Juan Martín de Pueyrredón de hacer causa común con los portugueses para hostilizar a los orientales. Sostener esa posición lo tuvo que pagar con el destierro en Estados Unidos, donde se empapó de las ideas del federalismo. En Norteamérica trabajó como periodista.

En plena Anarquía del año 1820 volvió a Buenos Aires, con reconocimiento de su grado militar y mandó de tropa. Llegó a ser gobernador por espacio de tres meses, hasta que la Sala de Representantes eligió a Martín Rodríguez como nuevo titular del Poder Ejecutivo, decisión que no fue del agrado de los seguidores de Dorrego, que se alzaron en armas contra Rodríguez, bajo las órdenes de Manuel Pagola.

Por esta razón Dorrego fue conminado a retirarse a la Provincia Oriental, donde debió permanecer hasta que entró en vigor la "Ley del olvido" impulsada en 1821 por Bernardino de la Trinidad González Rivadavia.

Dorrego se convirtió en una figura prominente en la política argentina. Desde 1823 fue representante en la Legislatura y defendió con pasión los intereses de las clases más postergadas y las ideas federales en su rol de representante del pueblo.

Tuvo una destacada actuación en el Congreso de 1826, donde defendió al sufragio libre: "¿Es posible esto en un país republicano? ¿Es posible que los asalariados sean buenos para lo que es penoso y odioso en la sociedad, pero que no puedan tomar parte en las elecciones" dijo en plena sesión. Pese a la pasión con que argumentó, no tuvo éxito.

Su elocuencia y convicción lo llevaron a ser elegido gobernador y capitán general de la provincia de Buenos Aires en 1827. Sin embargo, su mandato fue breve. La revolución del 1º de diciembre de 1828, liderada por el general Juan Galo de Lavalle, resultó en su derrocamiento. La "espada sin cabeza",ferviente unitario, ordenó su fusilamiento siguiendo la sugerencia de Salvador María del Carril, en un acto que buscaba eliminar a uno de los principales defensores del federalismo en el país.

La ejecución de Dorrego no solo fue un golpe para el federalismo, sino que también exacerbó las tensiones entre unitarios y federales. El país conoció un verdadero baño de sangre, que terminó en la irrupción de un Juan Manuel de Rosas potenciado con la Suma del Poder Público, pero esa es otra historia.

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