
El ajuste no deja de sorprender. Las medidas económicas que toma cada día el gobierno libertario hacen aparecer de abajo de la alfombra a muchas personas y empresas que estos años parecían dormidas, pero ahora aprovechan para posicionarse con su imagen y esquivar gastos.
Así sucede con el emporio artístico que construyó hace varios años la empresario Cris Morena, que durante el anterior gobierno decidió llevar su negocio a Uruguay y dar clases de actuación a jóvenes que deseaban tener formación teatral y de esa manera cobrar en dólares durante varios años.
Ahora, con ciertas facilidades económicas y motivada por algunos socios empresariales, Cris decidió volver al país y promover una convocatoria llamada "Wonder Gig", un proyecto que parece ambicioso pero que tiene como fin captar a jóvenes talentos y sumar aquellos dólares que los inversores que la convencieron queden en su billetera.
El proyecto, cuyo nombre es muy similar a los eventos que se realizan en algunos países de Europa para motivar e iniciar a los bebés a ciertos aspectos artísticos, en la versión de Cris Morena será aprovechar la necesidad de jóvenes talentos para que formen parte de un trabajo que no tiene a futuro un fin profesional.