La historia viviente
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El 24 de febrero de 1946 Juan Domingo Perón fue elegido presidente por primera vez

Juan Perón y Eva Duarte, la primera dama, leen los resultados del triunfo histórico.

El exsecretario de Trabajo y Previsión se impuso en las urnas a la Unión Democrática, una alianza formada por la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Partido Demócrata Progresista y otros sectores conservadores y liberales. Esta coalición contaba con el respaldo de la prensa, la Iglesia, la embajada de Estados Unidos y la diplomacia británica, que veían con recelo el ascenso de Perón y una política social que transformó a la Argentina.

Esa histórica jornada se votó con normalidad, en contraste con lo que habían sido la farsa electoral de la década del ‘30. Juan Perón obtuvo el 53,7 por ciento de los votos, contra el 45,6 por ciento de la Unión Democrática. En el Colegio Electoral, la diferencia fue aún mayor: 304 electores para Perón y 72 para la oposición.

La candidatura de la figura más prominente de la Revolución de 1943 estuvo sostenida por una coalición integrada por el Partido Laborista, la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, el Partido Independiente y otros grupos menores.

Como funcionario del gobierno revolucionario Perón había logrado el apoyo de los sindicatos y de las masas obreras, a las que había otorgado una serie de derechos y beneficios sociales, como el aguinaldo, las vacaciones pagas, el salario mínimo y la jubilación. Más tarde, ya como presidente, impulsó la nacionalización de los servicios públicos, el control de los recursos naturales y el desarrollo de la industria nacional.

Su política se basaba en la doctrina de la Tercera Posición, que buscaba un equilibrio entre el capitalismo y el comunismo, poniendo el foco en la justicia social, la soberanía política y la independencia económica del país frente a las potencias extranjeras.

La campaña electoral estuvo marcada por la polarización y la movilización popular. El 17 de octubre de 1945, una multitud de trabajadores se concentró en la Plaza de Mayo para exigir la liberación de Perón, que había sido detenido por un sector del Ejército que pretendía apartarlo del poder. Ese día es considerado como el nacimiento del mayor movimiento de masas de la historia argentina, que trascendió a la vida de su líder, manteniéndose en el centro de la escena hasta nuestros días. Sin 17 de octubre no hubiera existido un 24 de febrero.

La Unión Democrática estuvo representada por radicales José P. Tamborini y Enrique Mosca. Su campaña se basó en la denuncia del eje nazi-fascista, tal como entendía que era el peronismo. El embajador norteamericano Spruille Braden los apoyó calurosamente, hecho que fue aprovechado por el oficialismo para lanzar el exitoso slogan Braden o Perón.

Perón asumió la presidencia el 4 de junio de 1946, acompañado en la vicepresidencia por Hortensia J. Quijano. En la ceremonia de jura también estuvo la primera dama, Eva Perón, que se convertiría en una figura emblemática del peronismo y en la abanderada de los sectores más humildes.

El peronismo en el gobierno

El primer gobierno de Perón (1946-1952) profundizó las reformas sociales y económicas iniciadas durante su gestión como secretario de Trabajo, por ampliar los derechos políticos con la sanción del voto femenino y la creación del Partido Peronista, por impulsar una política exterior de no alineación y de integración latinoamericana, y por enfrentar la oposición de los sectores oligárquicos, la prensa, la Iglesia y los partidos tradicionales.

Perón fue reelecto en 1951 con el 62,5 por ciento de los votos, pero su segundo mandato (1952-1955) estuvo marcado por la crisis económica, el conflicto con la Iglesia, la muerte de Evita y el creciente descontento de las Fuerzas Armadas, que lo derrocaron el 16 de septiembre de 1955, en un golpe de Estado que inició una larga etapa de proscripción y resistencia del peronismo.

Perón regresó al país en 1973, luego de 18 años de exilio, y fue elegido presidente por tercera vez, con el 61,8 por ciento de los votos. Sin embargo, murió el 1 de julio de 1974, dejando el poder en manos de su tercera esposa, Isabel Perón, que fue depuesta por otro golpe militar en 1976.

El peronismo sobrevivió a la dictadura y se adaptó a las demandas de la sociedad en democracia, ofreciendo en distintos momentos alternativas electorales exitosas, de la mano de Carlos Menem (1989 y 1995), Néstor y Cristina Kirchner (2003, 2007 y 2011) y Alberto Fernández (2019). Incluso cuando la debacle de 2001 generó una crisis de representatividad que puso en jaque a todo el sistema político, la salida fue peronista. El elegido esa vez para enderezar el rumbo fue Eduardo Duhalde.

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