Según confiaron varios de los protagonistas, las reuniones fueron absolutamente protocolares y sirvieron para que Villarruel conozca a las autoridades de las bancadas con las que tendrá que convivir una vez que asuma la vicepresidencia de la Nación.

En al menos uno de esos encuentros la vicepresidente electa dijo que quiere un Senado que funcione, con las comisiones trabajando y que tenga cierta regularidad en la sesiones.

También expresó su voluntad de recuperar las reuniones de Labor Parlamentaria, el encuentro en el que los jefes de bloque discuten y acuerdan los temas a tratar en cada reunión. El panorama planteado por Villarruel contrasta con la impronta de la gestión de Cristina Kirchner, que se manejó durante los últimos cuatro años con llamados a sesiones especiales con un temario impuesto siempre por el oficialismo. Además, en lo que va del año la Cámara alta sólo sesionó en tres oportunidades.

Como telón de fondo de estos primeros contactos se encuentra la elección del nuevo presidente provisional del Senado, sitial de relevancia porque es el segundo en la línea sucesoria presidencial, y de las secretarías Administrativa y Parlamentaria de la Cámara alta, cargos importantes en el manejo diario del cuerpo.

En su recorrida por el Senado, la vicepresidenta electa visitó la Sala de Periodistas de la Cámara alta. Lo hizo luego de participar de la Asamblea Legislativa celebrada en la Cámara de Diputados que proclamó ganadora del balotaje del pasado 19 de noviembre a la fórmula de La Libertad Avanza, encabezada por Javier Milei.

Consultada acerca de quién será el nuevo presidente provisional, Villarruel dijo que el nombre será anunciado en los próximos días por Milei, ya que es una prerrogativa del presidente de la Nación elegir al dirigente que ocupará esa poltrona.