Ibarra continuó destacando los logros durante la presidencia de Macri, resaltando la obtención de 16 títulos, incluyendo cuatro Libertadores y dos Intercontinentales.

Haciendo hincapié en la importancia de superar personalismos, anunció planes para fortalecer al equipo con refuerzos de calidad y potenciar a los jóvenes. Además, mencionó la construcción de la Bombonera XXI como un proyecto central de la campaña.

Luego, Macri tomó la palabra, compartiendo su emoción por volver a involucrarse con Boca. Recordó los 12 años anteriores, resaltando los éxitos alcanzados y señalando que la grandeza del club está por encima de nombres individuales.

Expresó su preocupación por el actual manejo del club y la prepotencia que percibe, especialmente en referencia a Juan Román Riquelme.

En relación al próximo director técnico, Ibarra anunció que están trabajando en ello y revelarán la decisión próximamente. Respecto al estadio, reafirmó la necesidad de un estadio Siglo XXI que esté a la altura del crecimiento del club, con la esperanza de estrenarlo durante su gestión.

Macri reconoció que será doloroso despedirse de la Bombonera, pero Ibarra señaló que seguirá utilizándose para algunos eventos. Además, abordaron el tema del manejo de entradas y los colados, calificándolo como vergonzoso.

Sobre las viejas glorias que respaldan la fórmula, Ibarra anunció la disolución del Consejo de Fútbol y la posterior definición de roles para los jugadores.

En respuesta a la disposición de Javier Milei de ayudar, Macri expresó que esto se alinea con el objetivo de recuperar la alegría del Boca de años anteriores.

Ibarra destacó la importancia de la formación de personas sobre futbolistas en los clubes y la necesidad de planificación en lugar de improvisación.

En ese sentido, Macri añadió críticas a la improvisación en las inferiores, señalando el desmantelamiento del equipo de trabajo y la contratación de amigos como un problema para el club.