Judiciales y Policiales
Mala praxis, por ahora impune

Pilar: médicos y empresarios irán a juicio civil por la muerte de Katerina Azor

Cinco médicos, entre ellos el dueño de la Clínica y el presidente de la obra social VíaSano fueron imputados y en el juicio civil se definirá las sanciones económicas.

A dos años y siete meses de la muerte de una joven de 19 años en una clínica de la localidad bonaerense de Pilar se llevó a cabo este lunes una audiencia en la justicia civil y se definió que la causa será elevada a juicio.

Se trata de la demanda efectuada por los padres de Katerina Azor (19), quien murió el 31 de enero de 2021 en la Clínica Nuestra Señora de Fátima de Pilar, luego de que los médicos dieran varios diagnósticos, pero nunca el real, y así la paciente perdió la vida por una peritonitis.

Cinco médicos, entre ellos el dueño de la Clínica y el presidente de la obra social VíaSano fueron imputados y en el juicio civil se definirá las sanciones económicas.

Por otro lado, avanza, aunque de manera muy lenta, la justicia penal a través de la UFI N 3 de Pilar, a cargo del fiscal Walter Federico Saettone.

Roxana Dangelo, la mamá de Katerine, en diálogo con NOVA explicó que se pidió una ampliación de la pericia a la historia clínica, ya que no explica qué hicieron los médicos en el tratamiento a la joven.

También está en veremos el informe de ampliación de la autopsia, en una causa que continúa caratulada como averiguación de ilícito cuando claramente se trata de una mala praxis.

“No vamos a parar de reclamar para que se haga justicia. Queremos que Kati descanse en paz”, aseguró Roxana.

El que está en la mira es Antonio La Greca, dueño de la clínica y presidente de la Unión Cívica Radical de Pilar.

Katerina Azor tenía 19 años cuando se estaba por casar con su novio de la niñez. Había terminado el secundario, se graduó de técnica química, y hacía un puñado de semanas que había comenzado a estudiar criminalística en Gendarmería.

"Kati era muy estudiosa. No le gustaba el ejercicio, pero amaba los libros. Ella es el amor de mi vida, a todos lados íbamos las dos juntas", la recuerda Roxana.

El 26 de enero de 2021, la joven ingresó en la Clínica Nuestra Señora de Fátima por un fuerte dolor abdominal. Cuatro días después, falleció. Durante aquella breve estadía, los médicos que la atendieron "jamás" le dieron a su familia un diagnóstico certero. Incluso, atribuyeron su malestar a un "problema hormonal" causado por el problema de tiroides que afectada desde hace años a Katerina. Pero de acuerdo con la autopsia, murió por una "peritonitis”.

O al menos, así lo pudo leer su mamá más de un año después en el expediente que lleva adelante la fiscalía 3 de Pilar, la cual ordenó el secuestro de la historia clínica de la víctima y que se lleve adelante una autopsia. "Ella no tomaba alcohol, no fumaba, no comía comidas con grasa, era todo verdura, todo muy natural, digamos. Le dijeron que su malestar era algo hormonal, que saqué turno con el endocrinólogo. Es el único diagnóstico que nos dieron", explicó Roxana.

"En la guardia le dijeron que lo que ella tenía era anginas y le mandaron a tomar unas pastillas. También la mandaron a hacer el hisopado por las dudas, pero le salió COVID negativo. La llevé varias veces a la Clínica de Fátima, donde le decían que era algo hormonal, que vaya a sacar turno con la obra social".

La negligencia médica ocasionó que Kati perdiera la vida y ahora la justicia se muestra lenta, ante el dolor infinito de los madres y familiares.

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