Elizabeth Melo, modelo e Influencer marplatense: "Comunicar y desafiarme a mí misma es un sueño cumplido"



Elizabeth Melo tiene 29 años y vive en Mar del Plata. Es modelo publicitaria desde el 2011, y además está cursando el último año de la Licenciatura en Psicología en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Con un enorme éxito en su cuenta de Instagram, que tiene más de 120.000 seguidores, se le puede considerar una Influencer, aunque según ella, le cuesta posicionarse en ese rol.
En diálogo con NOVA, Elizabeth contó que sus inicios en el modelaje se dieron el mismo año en el que comenzó a estudiar psicología, el 2011. “Los principios no fueron fáciles, ya que los estereotipos hegemónicos estaban muy impregnados en el ambiente, y yo no los cumplía, sobre todo en lo que concierne a mi altura: mido 1.57 metros. Además nunca me gusto seguir dietas, eligiendo siempre mi bienestar físico, emocional y mental ante que cualquier otra situación”, recuerda.
Pese a las dificultades, explica que finalmente logró seguir adelante: “La clave fue empezar a tocar puertas, siempre teniendo como premisa ‘el no ya lo tenes’, y ‘si alguien no se anima, viene otro y se anima por vos’. Hasta que un día esas puertas empezaron a abrirse, y pude lograr a participar en grandes eventos y desfiles”.
Sin embargo, la modelo destaca que las redes sociales le dieron un empujón fundamental: “lo mejor inició cuando empecé a conectar con gente en Instagram, ya que las puertas se abrían aún más, no solo a causa de mi labor como modelo, sino por la cantidad de gente con la cual comencé a conectar a diario. Las marcas y eventos vieron que podían poseer gran visibilidad trabajando conmigo, y creo que ahí fue cuando mi carrera pudo despegar”, relata.
Inicios complejos: de superar al bullying al éxito en las redes
Con respecto a las circunstancias por las cuales se vio interesada en el modelaje, Elizabeth cuenta que atravesó momentos personales que la influenciaron en esa dirección: “Durante mis años de escolarización sufrí bullying. Era totalmente descalificada por mis compañeros a causa de que no tenia los mismos intereses que ellos, además de ser percibida con una personalidad vulnerable, muy sensible, muy llorona, alimento puro para personas con comportamiento bully, es decir, con tendencias a agredir al otro”.
“Sufrí todo tipo de aislamiento que se les pueda ocurrir, y lamentablemente hay que destacar que justo en los años donde se da el proceso de escolarización, es donde se forma la subjetividad de la persona: sus modos de pensar, sentir, actuar, su cosmovisión de la realidad, el autoestima y el autoconcepto. Y los sentimientos de insuficiencia, inseguridad, desmerecimiento, los traía conmigo, en justamente mi forma de ver y percibir la realidad”, continúa relatando.
Fueron estas duras circunstancias las que la llevaron a decidirse en 2011: “Pensé que podía ser una excelente alternativa para poder de alguna forma combatir todo esto que yo pensaba sobre si misma, pero me encontré con un mundo más superficial de lo que pensé”, advierte.
No obstante, Elizabeth no se rindió y empezó a crear su propio camino, comenzando por ser su propia manager. Esta confianza en sí misma rindió sus frutos, y su presente es mucho más propicio que lo que imaginó a los 18 años, cuando comenzó.
Y además, destaca: “Pude hacer uso de unos de mis conceptos favoritos, que es la compensación, la cual se puede definir como una estrategia mediante la cual podemos tramitar nuestras debilidades, frustraciones y sentimientos de insuficiencia”.
Sobre la profesión, para Elizabeth los aspectos más atrapantes fueron la conexión con la gente, el ejercicio del carisma propio, el animarse a afrontar diversos desafíos, rompiendo estructuras y miedos, pero sobre todo, la flexibilidad que se puede tener en el ambiente artístico.
“En cierta medida, mi inicio fue con el modelaje, sin embargo, soy un nexo comunicacional vía Instagram, donde conecto constantemente con la gente, mi audiencia, promociono marcas, y además no solo muestro mis últimos trabajos, sino que comunico lo que pienso o siento sobre determinadas cosas, como lo estoy haciendo en esta entrevista, en este momento”, explica.
“A su vez, también, gracias al carisma adquirido y a la formación que he tenido en teatro, canto y modelaje, logré conducir grandes eventos y festivales de Mar del Plata y la zona. He dado charlas sobre prevención de bullying, y compensación de autoestima, desde quizás una mirada autobiográfica, como también he dado Masterclass de Modelaje, siempre haciendo hincapié en la importancia del cuidado de la autoestima”, cuenta.
Presente y futuro con metas claras
Actualmente, además de estar finalizando su carrera universitaria, Elizabeth también trabaja en radio y televisión, en dos grandes medios marplatenses. La propuesta, que le llegó en un momento en que había terminado una relación con su ex novio, le llegó “cómo anillo al dedo”, dice. “Fue otra vez volver al medio, a desafiarme a mí misma, a trabajar en equipo y a seguir adelante, pensando que ‘las coincidencias son las formas en las que Dios mantiene su anonimato’, como decía Albert Einstein”.
También revela: “A su vez, también estoy gestando muchos proyectos propios y personales, cosas que no voy a decir porque les estoy dando forma, y otras que ya hice y quiero volver a hacer, como relanzar mi organización llamada Mar de Moda, la cual se dedica a hacer desfiles donde el estereotipo hegemónico no existe, donde la solidaridad y la moda vayan de la mano, y a su vez se pueda dar lugar a diferentes artistas de la ciudad y la zona”.
Cuando le preguntamos cómo se siente con su presente, la modelo marplatense admite que aunque está a pleno, a veces encuentra motivada y otras, abrumada. “De tanto conectar con mi gente en Instagram, creo que ya es de publico conocimiento que la relación que tenía y que mis seguidores ya conocían, se terminó. Sin embargo, eso me dio el motor y el empuje para volver a seguir adelante, en busca de mis sueños, metas y proyectos, el tema es que me gusta hacer muchas cosas, y el día solo tiene 24 horas, la semana solo tiene siete días, y a veces hay cosas que me quedan afuera”, lamenta.
“En el ámbito académico estoy haciendo mi tesis, además de que busco exponer dos proyectos de investigación que claramente me apasionan, pero lleva su tiempo. La radio y la televisión llevan su tiempo. Ser modelo también, y el Instagram lo tomo como una responsabilidad, ya que es mi canal propio: “holasoyrubia” es mi forma de conectar con la gente, con las marcas, conmigo misma incluso y claramente hay que dedicarle el tiempo que merece. Sin embargo, me pone muy contenta, ya que hace años atrás jamás pensé en que iba a lograr tantas cosas”, afirma.
“Este 2022 fue muy duro en muchos aspectos, pero aprendí bastante sobre mí misma. Pude reconocer virtudes que no les prestaba atención, empezar a reconocer el valor que tengo como persona, agradecer mi red de apoyo, los cuales están conformados por mi familia y amigos, y sobre todo, aceptarme como soy”, revela.
“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”, afirma Elizabeth citando a Carl Jung, y agrega: “Poder aceptarme con mis faltas, mis falencias, y pulir lo que me salga pulir, es algo que el 2022 me enseñó. Cumplí metas y objetivos, poder seguir comunicando y desafiarme a mí misma es un sueño cumplido”.
Y para despedirse, anticipa con optimismo: “Me estoy preparando para un gran 2023, que creo que puede llegar a ser quizás, uno de los años mas importantes de mi vida, teniendo conocimiento que mi gran objetivo, mi gran sueño, se puede cumplir ese año. Falta poco”.