En contraposición al títere presidencial de Alberto, la titiritera Cristina Fernández de Kirchner volverá a presentarse en público en el cierre del plenario de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que comenzará a las 16 horas en Avellaneda.

“Tiene una mirada crítica sobre un presente del que va a hablar”, dijo el titular de la CTA Hugo Yasky. “Es la posibilidad de dialogar con quien para nosotros es la principal figura política de la Argentina”, mencionó para marcarle la cancha al peronismo y avivar la grieta dentro del kirchnerismo, y añadió que “es una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la clase trabajadora y el sindicalismo en una Argentina en la que todavía la recuperación de los salarios y la distribución de la riqueza sigue siendo una asignatura pendiente”.

Cristina se subirá al escenario en medio de las cruzadas internas en el oficialismo, cuyos problemas de gestión son cada vez más evidentes y deficientes. Además, lo hará en la fecha patria que conmemora el fallecimiento del general Manuel Belgrano y a horas de haberse conocido el triunfo en las elecciones de Colombia del exguerrillero Gustavo Petro, a quien felicitó por redes sociales.

También estarán presentes el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación y ex intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, otros sectores sindicales que responden a Pablo Moyano y Sergio Palazzo, como la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), y grupos empresariales como el ENAC, la Mesa Nacional de Unidad Pyme y compañías recuperadas.

Mientras que Alberto encabezó el acto oficial en el CCK, Cristina decidió optar por rodearse de la rama sindical más afín a su figura. En el amplio espectro del Frente de Todos, y de la clase política en general, están muy expectantes por los temas que abordará la vicepresidente hoy en Avellaneda. Pese a que se dan a cuentagotas, sus discursos suelen marcar la agenda aniquilando toda posibilidad de que el país despegue de una vez por todas.