Por Alberto Aispuru, ex concejal de La Plata, dirigente del peronismo histórico, especial para NOVA
En las elecciones presidenciales de 1958, el General Juan Domingo Perón, desde su exilio en Caracas, apoyó -con un compromiso escrito - la candidatura de Arturo Frondizi, frente al sector más antiperonista de la UCR que proponía a Ricardo Balbin.
Consagrado Frondizi, si bien realiza algunos de los compromisos contraídos, comienza gradualmente a ejecutar políticas socio-económicas distante de su programa electoral.
Esas medidas se acentuaron con la llegada de Álvaro Alzogaray, que provocaron la inmediata reacción de los trabajadores, que a través de sus organizaciones gremiales, realizan paros y planes de lucha, como los petroleros, ferroviarios, bancarios, metalúrgicos y el más heroico que fue la ocupación del Frigorífico Lisandro de la Torre por sus trabajadores para impedir su privatización, que fueron desalojados con singular violencia por las fuerzas de seguridad, que incluía la participación de 4 tanquetas, represión que provocó en toda la zona adyacente (Mataderos) en una demostración de rebeldía popular en apoyo a los huelguistas.
En 1960 la conflictividad social, provoca la aplicación por parte del ,gobierno el Plan de Conmoción Interna del Estado (CONINTES) a cargo de las FFAA que ejecutaron un plan sistemático de persecución a los sindicatos y a los Comandos de la Resistencia Peronista, deteniendo y condenando a través de la justicia militar, cabe señalar que el ejército contó con el asesoramiento de oficiales franceses destacados en el país como asesores, que volcaron a sus pares argentinos la experiencia antiinsurgente que aplicaron en Indochina y Argelia.
En ese contexto político-social comienza el proceso electoral de las elecciones a gobernadores en varias provincias en marzo de 1962. El gobierno permite la participación del justicialismo a través de la sigla de Unión Popular, quizás más convencido de su triunfo que por vocación democrática. Perón desde el exilio en Madrid dirige la estrategia y su primera medida es proclamar la fórmula Andrés Framini- Juan Perón para la provincia de Buenos Aires, que inmediatamente es vetada por la justicia electoral. Perón con ese gesto señalaba con absoluta claridad su compromiso con Framini, quizás para desestimar alguna fórmula neoperonista. Producida la impugnación define su reemplazo con el abogado platense Marcos Anglada.
En una campaña donde Framini expresa su lealtad a la conducción de Perón, con un slogan principal que cantábamos: "Framini-Anglada...Perón en la Rosada, se obtiene un triunfo contundente en la provincia de Buenos Aires y en varias provincias del interior.
Frondizi, presionado por los militares, interviene las provincias donde ganó el peronismo y anula las elecciones, aún con esas medidas no puede impedir su derrocamiento que se produce el 29 de marzo 1962.
El último capítulo del 18 de marzo, se desarrolló en La Plata el 1 de mayo de 1962, fecha de la asunción de las nuevas autoridades, cuando una columna que se concentró en la CGT histórica de la calle 51, con toda la conducción local del peronismo a la cabeza (Andrés Framini, Augusto Vandor, Antonio Cafiero, Marcos Anglada, Amerise entre otros) que incluía a los jóvenes que recién comenzábamos la militancia, vaya mi recuerdo especial a quien estaba al lado mío Christian Fernández Camillo, querido amigo y compañero -que ya no está-, se aproximó al portón de ingreso de la gobernación de la calle 51, donde la policía impidió el acceso al gobernador electo y el escribano Alberto Napp labró un acta donde reflejaba tal proceder.
Nuevamente el peronismo volvía a ser proscripto, pero no bajamos los brazos ni la moral resistente.