A lo que agregó: “Al hacerlo, agradezco su confianza en este tiempo y hago votos por su ventura personal y la recuperación plena de nuestra querida Argentina”, sigue diciendo la nota que no refleja el malestar experimentado por el funcionario al enterarse en mitad de su vuelo hacia México en misión diplomatica de que había sido desplazado del cargo y que su lugar en la Cancillería lo ocuparía ex el Jefe de Gabinete.

Felipe Solá viajo el jueves por la noche con su comitiva para participar de la Cumbre de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que en Ciudad de México tenía previsto designar a Alberto Fernández como su Presidente Pro Tempore.

El ex Canciller, venía trabajando desde hacía varias semanas para asegurarse los votos suficientes para que el Presidente argentino asumiera la titularidad del cuerpo, cuando este se entero que Fernández lo reemplazo, Sola explotó de bronca según fuentes cercanas.

Solá fue rumbo a México, dando por hecho que seguiría al frente de la cartera de Relaciones Exteriores, a pesar de sus diferencias personales y políticas con Alberto Fernández. Pero, en momentos en que el avión sobrevolaba El Salvador, recibió una llamada urgente de Santiago Cafiero que le comunicaba que en minutos se iba a anunciar su salida del cargo. Y, además, que él mismo sería su reemplazante.

Luego del llamado, Felipe Solá bajó del avión en la Ciudad de México ya como ex canciller y allí lo esperaba el canciller mexicano, Eduardo Ebrard, para recibirlo que además viajaba en representación del presidente argentino, tornandose una situación bochornosa del punto de vista diplomático.

De esta manera, el ex funcionario decidió no participar del foro y envió de inmediato su renuncia a Buenos Aires.