La oposición, la gran perdedora de la jornada

La gente les pasó factura a los candidatos de la oposición. Cuando Gabriela Neme decidió competir sola, muchos formoseños se mostraron desilusionados y reconocieron que esa jugada, no solo era favorable a Gildo Insfrán sino que era realmente perjudicial para la oposición que si contara con el caudal de votos de la mujer, quizás podrían haberle hecho más fuerzas al candidato del oficialismo.

Esa ruptura fue crucial para una oposición que sabía que adentrarse en estas elecciones separados iba ser una verdadera aventura riesgosa. Y así fue. La gente no les perdonó el egoísmo ni su falta de palabra.

Ambos candidatos, Gabriela Neme y Fernando Carbajal dijeron ante las cámaras que sus “luchas” eran genuinas, que no buscaban el rédito político y aún cuando desde el otro lado, el Gobierno, a través del ministro Jorge González anticipaba que iban a participar electoralmente, ni siquiera para dejarlos “en off-side” y decirle a la gente “ven, el Gobierno miente”, aprovecharon la oportunidad y se subieron al pedestal.

“Nosotros nunca mentimos, les dijimos que ellos iban ser candidatos, y ahí están, y ambos habían dicho que no iban a serlo”, dijo hace no mucho tiempo atrás el ministro. Y pasó.

Todo eso tomó en cuenta la gente a la hora de emitir su voto este domingo. Evaluaron los celos, las ansias de protagonismo, evaluaron que los contrincantes se peleaban por el cartel. Otra vez, la oposición no estuvo a la altura.

“Perdimos para ganamos”

Es rara la lectura que hizo el candidato de Juntos por Formosa Libre, Fernando Carbajal este domingo pasada las 22 horas, cuando lejos de reconocer la victoria por más de 10 puntos del Frente de Todos, prefirieron enfocarse en contar que el oficialismo no alcanzó esta vez el 50 por ciento. Claro, esto es real, pero también es real que la oposición, su frente, no llegó al 30 por ciento, histórico para el partido radical o el frente opositor que conforme; y que, como en otras ocasiones no ocurría, perdieron incluso en la Capital.

Carbajal se contentó porque con este porcentaje, algo más del 29,8 por ciento, le alcanza para garantizar que la minoría de la oposición logrará entrar al Congreso de la Nación en la Cámara de Diputados. Pero con lo justo.

Ramiro, el hombre que gana pero no gusta

La ventaja que tiene Ramiro Fernández Patri es que está con Gildo, porque es cierto que no ha marcado la gran diferencia nunca y siempre se queda en la puerta. No es un candidato que sea muy considerado entre el electorado, pero lo apadrina Insfrán, y contar con ese padrinazgo no es poca cosa.

El gobernador lo nombró, lo postuló y le dio toda la estructura para que haga campaña. Pero el hombre no convence. Renovará su banca, como lo anticipamos desde esta columna hace un tiempo atrás, pero no por él, por la estructura, por Insfrán. Porque el voto de este domingo no fue para el diputado Ramiro Fernández Patri, fue para el gobernador Gildo Insfrán, aunque él no compitió.

Como suele decirse cuando se analiza el desempeño de un club de fútbol que juega de regular para mal, pero gana. Ramiro Fernández Patri es lo mismo, es un personaje que no llega a la gente, y quedó demostrado en estas elecciones: ganó, pero no gusta.