Provincia de Buenos Aires
Política de sufragio

Kicillof juega su suerte en las elecciones de medio término

El gobernador no aguantaría ya la presencia del máximo mandatario y estaría apostando todo en esta contienda. (Dibujo: NOVA)

"No lo soporta más", aseguran en el entorno del gobernador Axel Kicillof con relación al presidente Alberto Fernández. Cada vez tiene menos cuidado en repetir que al máximo mandatario le "hacen el diario de Yrigoyen", y se indigna por su insistencia en sostener el ajuste del ministro de Economía, Martín Guzmán, que pone en riesgo el resultado de los comicios de este año en la provincia de Buenos Aires.

Si bien el gobernador acepta la opinión de Cristina Fernández de Kirchner, de que "ya es tarde para enmendar ahora las malas designaciones en el Gabinete nacional" y que Fernández deberá pagar el costo de sus reiterados errores. Este repite entre sus allegados que "en la Casa Rosada hicieron las cosas muy mal y las consecuencias nos ponen al borde de un empate en la provincia de Buenos Aires".

Ya llegará el momento del pase de factura, el día después de las elecciones. Mientras tanto, habrá que atravesarlas con el menor daño posible. Kicillof es CFK, y como su "jefa" está convencido de que Santiago Cafiero debe encabezar la lista bonaerense: mide bastante bien en las encuestas y así se evitaría que continuara haciendo desastres durante la segunda mitad del mandato de este Gobierno.

Alberto se niega y lo defiende con similar énfasis con el que el ex presidente Mauricio Macri respaldaba a Marcos Peña en la gestión anterior. Pero esta semana volverán a la carga.

Otro impresentable a los ojos de Axel es Guzmán. No es de ahora. Hace meses que "Axel le anticipó a Cristina que el ajuste ortodoxo del primer semestre iba a traer un impacto negativo en una economía real que se estaba recuperando", deslizan en su entorno. No es el único cuestionado en el Gabinete económico de AF: también hay dardos venenosos para Matías Kulfas, y su "escasa eficiencia" para frenar la inflación.

"Con las vacunas no alcanza", afirman con alarma en La Plata. Pero, al momento del recambio que se rumorea en los pasillos, el tándem de Sergio Massa y Martín Redrado para hacerse cargo de un superministerio económico tampoco le seduce.

Cristina insiste en que Axel se ponga la campaña al hombro en la provincia de Buenos Aires. La vicepresidente sabe que debe fidelizar el voto propio, para frenar el drenaje de independientes que confiaron en la moderación de Alberto y ahora no piensan repetir su voto.

También tiene en claro que los intendentes son los que mejor miden, por ello insiste con Martín Insaurralde, Juan Zabaleta o Leonardo Nardini. El segundo lugar parece tener dueña: la platense Victoria Tolosa Paz.

Dentro del Frente de Todos de la provincia, la mayoría duda del éxito de la campaña si la única cara visible es la de Axel. La relación con los intendentes volvió a complicarse, la competencia interna con Máximo Kirchner por la sucesión de la dinastía K es desgastante, y la sociedad entre el hijo de CFK y Sergio Massa lo condiciona demasiado.

Sólo cuenta con el respaldo de la vicepresidente, que al fin y al cabo tiene la lapicera bonaerense, pero también está necesitada de conseguir un triunfo.

El destino de Axel se definirá por decisiones ajenas: no tiene peso suficiente para imponer nada. Si llegara a ganar por cierto margen el Frente de Todos las elecciones bonaerenses, su camino presidencial quedaría muy allanado. Si no es así, sus dos últimos años de gestión serán un calvario.

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