Cómics e Historietas
Historia viva de la historieta argentina

Cybercharla con Fabián Slongo, dibujante, guionista y mucho más

Fabián Slongo, dibujante y escritor de extensa trayectoria, exhibiendo algunas de sus publicaciones. Y una página por él dibujada de Rodwin, la inolvidable creación de Armando Fernández.

Por Ariel Avilez (*), especial para NOVA

”Nací el 5 de abril de 1962 en Lucas González, una ciudad que queda en el centro de la provincia de Entre Ríos. Desde fines de los ochenta vivo en Buenos Aires”, nos cuenta Fabián Slongo para romper el hielo y para que los redactores de Wikipedia tengan el dato tan preciado -dato que, dicho sea de paso, requerimos nosotros, porque nos gusta empezar por el principio, de puro cuadrados-. Pero como lo que importa es la historieta -y también la cerveza- la razón por la cual decidimos contactar a este amable caballero es la de conocer mucho más acerca de él en tanto profesional en esto de narrar con palabras y dibujos. Su apellido resulta más que familiar para todos los lectores de la Editorial Columba de los 80 y los 90, sobre todo como dibujante, pero como es lógico, no todo se agota ahí. Así que...

- ¿Y cómo llega Slongo al mundo del dibujo y de la historieta?

- Desde que tengo memoria, me lo pasaba dibujando en cada papelito que caía en mis manos. Aquellos dibujos, muchas veces, llevaban un globito con algunas palabras. La historieta era lo que más me gustaba de todo el universo gráfico. Las leía sin parar, las coleccionaba, y de grande quería ser dibujante de historietas.

Empecé enviando muestras a la editorial Columba y en una charla con el director de arte de la editorial, allá por mis dieciocho años, surgió la propuesta de completar mi formación técnica trabajando de ayudante de algún dibujante de trayectoria. Me contactó con el Estudio de los hermanos Villagrán y empecé a realizar fondos en las páginas de Ricardo -con quien hice Ronstadt -y de Carlos- con quien colaboré en Argón el Justiciero-.

- Háblenos, por favor, acerca de sus maestros y de aquello que aportaron para la existencia del profesional que es hoy.

- Podría dividir esa formación en dos etapas: una de construcción -el gusto y el empleo de la figura clásica en mi edad temprana- y otra de deconstrucción o ruptura -la educación del ojo en otros modos de narrar y la búsqueda de nuevas formas-, esto ocurrió en un período posterior cuando empecé a dibujar para Europa.

En el primer caso mencionaría a los tres hermanos Villagrán, a Enio, (Horacio) Altuna, Lito Fernández, (Jean ‘Moebius’) Giraud, Mandrafina y muchos etcéteras. En el segundo a Manara, Arno, (André)Juillard y, sobre todo, a (Jacques)Tardi.

- Muchos leímos su nombre por primera vez en historietas de los tempranos 80, como Rodwin de las Galias y Wolf, ¿qué significó para usted asumir la responsabilidad de dar vida gráfica a títulos tan importantes?

- Estaba en el lugar que había querido estar, y tenía sólo veintiún años; te podrás imaginar cómo estaba de feliz. Después de esos títulos que mencionás llegó la oportunidad de darle un rostro y una personalidad a un nuevo guerrero: Khorg, con guiones de Armando Fernández, para la revista Fantasía.

Mientras tanto, promediando la década y hacia el final de la misma, empecé a incursionar en la ilustración infantil en una revista que se llamó Cosmi-K. Allí también realicé una historieta -Hatar, con guión propio- para una revista de corta vida que se llamó Historietísimo y que clausura -vamos a decirlo así- mi etapa clásica.

- ¿Qué nos puede contar acerca de Slon-Max?

- Fue una experiencia a dos manos con (Emiliano)Parmeggiani: lápiz y tinta de a dos, en un estilo Lito Fernández, como quería la editorial. Fue lo último que hice para Columba. Bueno, lo último que publiqué allí, en realidad, fue Arcabuz, con (Carlos) Trillo, a mediados de los noventa. Pero esa serie la habíamos hecho para Italia algunos años antes.

- ¿Cuál es el género en el que se siente más cómodo o que más disfruta dibujar o escribir?

- El policial o el thriller son géneros que se llevan muy bien tanto con la historieta como con el cine. Me gustan y me siento cómodo con ellos. Casi todas las historietas que escribí para Skorpio -Ediciones Record- y que dibujaron otros artistas, son de estos géneros.

- ¿Cómo inicia su labor paralela como guionista de historietas y como autor de cuentos infantiles y juveniles?

- Yo había dejado de escribir y dibujar historieta a finales del siglo pasado. Ya en este siglo hice algunas historietas para Europa, incluso muchas para la web, pero los guiones de las mismas no me pertenecían. Hace algunos años necesité encontrar un nuevo espacio de expresión y lo busqué en la literatura para niños y/o adolescentes. En ese sentido, tengo cuatro libros publicados, que yo mismo ilustré, y otro que saldrá el año próximo en España.

- ¿Qué lo satisface más, las historietas hechas con otros guionistas o las 100 por ciento suyas?

- Prefiero dibujar mis propios guiones, porque en ese caso la historia va armándose y rearmándose a medida que avanza en los dos sentidos -palabras e imágenes- y creo que ese complemento mejora la obra en su totalidad. Sin embargo, dibujar las historias de Arcabuz, escritas por Trillo, y seguir el texto dado, representaba un verdadero placer...

- ¿Cuáles fueron sus últimas obras como historietista publicadas en el país?

- Las últimas historietas mías publicadas en Argentina datan de los noventa: la ya mencionada serie Arcabuz con guión de Trillo en la revista D’artagnan, guiones y dibujos que hice para Puertitas Terror o para la revista Fierro, y la serie Val, que escribí y dibujé para la revista Humi.

- ¿Qué lee o qué mira hoy Slongo en sus ratos libres?

- Leo en cada momento libre, de todo un poco. Preferentemente literatura norteamericana y argentina: Carson McCullers, Erskine Caldwell, Sherwood Anderson, Sara Gallardo, Elvira Orphée, Gabriela Cabezón Cámara.

Y trato de ver, o volver a ver, una película por noche de los directores que quiero: de Hitchcock a Kiarostami, de Ferreri a Petzold, pasando por Lang, Ford, De Palma, Favio, Berlanga, Buñuel, y siguen los nombres.

- Debe haber muchas, pero si tiene que elegir una ¿cuál es la máxima satisfacción que le proporciona el oficio de contar historias?

- Me gusta observar las caras de los más pequeños cuando en algún encuentro o feria de libros se lee o teatraliza alguna historia mía a la par que se muestran las ilustraciones.

- ¿Se encuentra alejado definitivamente de la historieta de aventuras o tiene algo en carpeta?

- Hace tiempo que estoy alejado de la historieta, por necesidades laborales. Dedico casi todo mi tiempo a la ilustración de temas escolares y científicos; lo hice en Billiken, después en la revista Genios y ahora para el exterior por intermedio de un agente. De cualquier manera, siempre me reservo un espacio para escribir. Y espero volver al ruedo, con una novela gráfica, muy pronto: ya tengo la historia, me falta ponerme a dibujar.

(*) Redactor especializado en cómics.

El presente de Slongo: la literatura para niños y adolescentes, y la ilustración de temas escolares
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Solo y bien acompañado: una página para Puertitas como artista integral, otra para Italia, con guiones de Carlos Trillo. Dos lujos
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Páginas de Columba: ambas con guiones de Armando Fernández, ambas de fantasía heroica
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Colaboró en las tres editoriales más importantes del país: aquí, con un guión suyo dibujado por Macagno para la Skorpio, y la página de una historieta para la Fierro con guiones de Leo Masliah. Los gustos, en vida
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