El conflicto salarial entre la Federación de Camioneros y las cámaras empresarias escaló a niveles críticos. Tras una audiencia paritaria sin avances, Hugo Moyano puso sobre la mesa la amenaza de un paro general, dejando al país en vilo ante el posible colapso de un sector esencial para la economía. La disputa no es solo un pulso salarial; es también un reflejo de las tensiones entre un sindicalismo combativo y un gobierno incapaz de gestionar los conflictos laborales.
Un paro total del sector ferroviario se avecina para el 18 de diciembre, como respuesta al deterioro salarial y la indiferencia oficial. La Fraternidad, sindicato que representa a los trabajadores del sector, ha decidido detener las actividades durante 24 horas en todo el país.