El 10 de abril de 1963, Argentina amaneció bajo el peso de una decisión que buscaba borrar de un plumazo una de las fuerzas más influyentes de su historia política. El Gobierno de José María Guido, que había asumido tras el derrocamiento de Arturo Frondizi un año antes, firmó el decreto 4161/63, una medida que prohibía explícitamente el uso del nombre de Juan Domingo Perón, así como cualquier referencia al peronismo o sus símbolos, en el ámbito electoral. Quienes osaran desafiar esta norma enfrentarían una sanción drástica: la pérdida total de sus derechos políticos.
Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
Por Julio Politano, de la redacción de NOVA.
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