El 13 de septiembre de 1946 bajo el gobierno de Juan Domingo Perón, se firman los contratos de compra de la Unión Telefónica, empresa norteamericana de la ITT, nacionalizándose los teléfonos. El Estado invierte en la operación unos 400 millones de pesos. Se adquiere así la importante cuota de soberanía nacional que representan las telecomuniaciones. No obstante, el 12 de septiembre de 1989 con la presidencia de Carlos Menem, las telecomunicaciones vuelven a privatizarse.
El difunto ex presidente Juan Domingo Perón compartía con los sectores nacionalistas ortodoxos su interés por la explotación de un recurso estratégico y potencialmente disponible en el territorio y en los mares argentinos.