“Las revoluciones, cuando son trascendentes, difícilmente pueden ser obra de una generación, sino que lo son de varias de ellas. La tarea de adoctrinamiento es dar continuidad y permanencia a la idea revolucionaria, como así también a la ejecución de todas las medidas que dieron nacimiento a un movimiento revolucionario”, afirmó Juan Domingo Perón, el 19 de abril de 1974, durante la inauguración de los cursos de Doctrina Justicialista en el teatro General San Martín de la Ciudad de Buenos Aires.
La preocupación de Perón por la capacitación de los trabajadores lo llevó a poner en marcha experiencias docentes en el pujante movimiento sindical.