Las niñas, que viajarán en febrero a Buenos Aires, entrenan intensamente bajo la guía del técnico Juan Ojeda. Entre ellas, las mellizas Milagros y Damaris, de 13 años, viven la emoción junto a su familia mientras persiguen el sueño de ser futbolistas profesionales.
Se trata de David Garcés, quien impulsado por su experiencia como militar en Haití en 2013, se le ocurrió la idea de fundar la escuela primaria “Don Diego-Villaguay” en 2017 y por estos días encabeza una campaña solidaria en Entre Ríos para reunir libros y llevarlos al complicado país caribeño.
Jimena Fernández es docente y narradora oral, luchadora social y política incansable y un alma amada y conocida por muchos en el Valle de Punilla, Córdoba, por su nombre artístico, Jime Cuenta.
La artista de Resistencia Carolina Miño integra Las Guaynas Porá, grupo que consolida sus pasos en la música y está conformado por Noemí Maizares en acordeón, Alejandra Cabrera en contrabajo, Sabrina Taborda en voz y flauta traversa, Kitu Genez, y Leo Rodríguez en guitarra y dirección musical. La intérprete lleva en la sangre la música de su querido Chaco, dando color con sus melodías al paisaje cultural del litoral, de sus autores regionales y de su gente, con un toque personal en cada interpretación.
En el barrio de Belgrano, donde las calles arboladas y los edificios antiguos guardan historias de vidas que se entrelazan con la ciudad, Aldana Di Costanzo camina con un propósito claro.
La bartender correntina Joana Mereles, de profesión bióloga, tiene 34 años, y desde hace 12 años está en el rubro en el que aporta creatividad y conocimientos a través de versiones únicas de cocteles en bares de la región.La más conocida es receta de gin tonic, en la que utiliza un agua tónica de elaboración propia que reemplaza la quinina con raíz de tutía. Actualmente Mereles lleva su pasión investigativa a la coctelería en Ferro Restaurante, ubicado cerca de la localidad de Santa Ana, en la ciudad de Corrientes.En un diálogo exclusivo con la sección de Perfiles Urbanos de NOVA, Joana Mereles contó cómo fueron sus inicios en esta profesión de bartender que la apasiona; cuáles son sus bondades, y todo lo que aprendió a lo largo de su vasta trayectoria en las coctelerias, de Corrientes, Resistencia y todo el país. Aunque ella dice que “aún le quedan muchas barras por recorrer hasta tener lo suyo”.“Ser bartender me enseñó en ser hospitalaria con las personas, no solo con los clientes, si no en la vida cotidiana. Siento que tenes una linda llegada, genuina y natural con las personas. Ser amable hoy en día parece que es algo inusual y creo que si aplicamos eso en todos los ámbitos el mundo podría ser mejor”, comenzó su relato entre risas.“Estando en las barras, atendiendo a las personas, relacionarte con un gran grupo de compañeros con sus diferentes historias, sueños, planes o proyecciones me hizo que me enamore de esta gran industria”, contó.Al ser consultada por qué eligió este oficio, Joana expresó: “Elegí ser bartender porque así lo quise, terminé mis estudios, completé y cerré ese ciclo con la biología y agradezco de esa gran herramienta que me dio la universidad, mi carrera de poder fusionar lo que sé de la botánica y sus usos en mi coctelería.Entendí que mi campo de estudio son los bares, no me quería ver sentada en un escritorio escribiendo pappers y pappers, quiero estar escribiendo y haciendo recetas”.“Me enseñó mucho en ser más humana, empática y amable con las personas. Y si esos valores lo llevas al equipo de trabajo, hace que funcionen los lugares gastronómicos”, destacó.Con respecto a cómo fueron sus comienzos en este oficio, la bartender correntina relató: “Siempre digo que una cosa llevó a la otra. Empecé a trabajar a los 22 años en los boliches (me recorrí todos los de Corrientes y de Resistencia) por una cuestión de poder pagar mis estudios porque era un laburo de medio tiempo, pero siempre tienen su, pero, la sordera y así fue, estuve trabajando en ese rubro 7 años. Hasta que un día dije: ya no más, quería cambiar de trabajo y así fue. Un día preparé mis curriculum y muy determinada me dije: hoy consigo laburo, presente CV en cafeterías y hasta en el museo de Ciencias Naturales (porque en ese tiempo ya era una estudiante avanzada en biología). Me acuerdo que me acerque al museo y pregunte a una señora si estaba la directora de ese lugar y ella muy amable me dijo que no estaba, pero si estaba buscando trabajo en la cafetería de enfrente estaban tomando personal para el nuevo bar que se estaba por abrir, y me presente a la entrevista. Ya lo visualicé y a la semana me llamaron. Mi primera barra profesional fue en Animal bar y desde ahí ya no paré hasta el día de hoy”, contó.La pregunta que no podía faltar para Joana era ¿qué tiene en cuenta a la hora de elaborar un cóctel? Y respondió: “Cuando creo un cóctel primero tengo que tener inspiración y eso no es tarea fácil. Porque la inspiración es tan efímera que si no tengo mi librito de recetas se me va la idea. Es así que parto de esa idea y empiezo a investigar y revisar pappers científicos acerca de esa especie de planta, consuelo su nombre científico si no puedo identificar recurro a especialistas sobre el tema, soy Bióloga, pero no me sé el nombre de todas las plantas. Eso, por un lado, por el otro se la estructura de un cóctel clásico y le cambio o como yo digo: le doy una pequeña vueltita de tuerca”, conto entre risas Joana a esta sección.En cuanto a si tiene una receta única para el gin tónic dijo: “Por favor: Hielo, una buena tónica con gas y limón”. Aunque mencionó que de los cocteles que prepara, el Cynar litoraleño es el cóctel que creo que a los que tuvieron la oportunidad de probar tuvo una excelente aceptación”, remarcó.En este contexto, la bartender correntina contó que actualmente está trabajando en Ferro restaurante km 43, antes de llegar a la localidad correntina de Santa Ana. “Un hermoso lugar donde nos enfocamos muchos en brindar una linda experiencia y Hospitalidad con los clientes. Con una linda propuesta gastronómica y de coctelería. Estoy desde su inauguración, en mayo del año pasado”.
Ariel Layera es un dirigente histórico del peronismo en Mar del Plata, con una trayectoria que lo llevó a desempeñarse como jefe de asesores del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Su labor fue reconocida en diversas ocasiones, llegando incluso a ser distinguido como ciudadano meritorio del Partido de General Pueyrredon.