Por Marcelo Chelo Moriconi, especial para NOVA
El 3 de diciembre de 2002 todo cambió en la familia de Rubén de los Santos. Su hijo, Gastón, salió esa noche a comprar una gaseosa a un kiosco del barrio de su abuela en Resistencia. Fue acompañado de su primo, quien bajó de la moto a efectuar la compra, quedando Gastón arriba.