Todos tenemos un lugar de pertenencia, algunos eligen un estudio de radio, otros un restaurante o un vehículo, pero Juan Pupi Avendaño, está con su parrilla día y noche, llueva o truene.
El coronavirus nos afectó a todos de distintas maneras, algunos perdieron sus trabajos, otros sus hogares, pero en algunos casos, tuvieron que ver a la distancia, a través de un celular, tablet o un monitor, como fallece un ser querido, sin posibilidad de viajar, ni de despedirlo.