Según la Organización Mundial de la Salud (2021), el suicidio y los comportamientos suicidas se han convertido en un evidente y grave problema de salud pública. Se trata de una problemática que viene en aumento desde la década de 1990, y actualmente se ubica como la tercera causa de muerte a nivel mundial. La franja etaria que mayor preocupación genera es la de jóvenes de entre 15 y 24 años. En América Latina, exhiben las tasas de prevalencia más elevadas de muertes por suicidio Uruguay, Cuba y Chile, seguidos de la Argentina en el cuarto lugar.
En octubre se celebró el Día Mundial de la Visión, una fecha que refuerza la importancia de la salud ocular y la prevención de enfermedades que pueden llevar a la ceguera y la discapacidad visual, los desafíos en el cuidado de la vista siguen siendo múltiples y vemos la sociedad frente a una situación global en la que más de 285 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por problemas visuales. En América Latina, la situación es alarmante: se estima que, por cada millón de habitantes, 5.000 son ciegos y 20.000 tienen discapacidad visual, y al menos el 66 por ciento de los casos de ceguera se atribuyen a enfermedades tratables como las cataratas².
El adenocarcinoma ductal pancreático (ACDP) es el tipo de cáncer de páncreas más común (90 por ciento de los diagnósticos), siendo uno de los tipos de tumores más letales. Actualmente es la tercera causa de muerte por cáncer en Europa, con tasas de supervivencia media extremadamente bajas de aproximadamente de cinco meses luego de diagnosticada la enfermedad. Se proyecta que se convertirá en la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos para 2030.
El embarazo no intencional en la adolescencia sigue siendo un grave problema de salud pública y una causa importante de inequidades sociales y de género en Argentina. Con el objetivo de prevenir, detectar, y abordar esta problemática, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha lanzado la iniciativa Llegar a Cero, una propuesta integral que busca erradicar los embarazos no planificados en niñas y adolescentes, un fenómeno que afecta profundamente su salud, desarrollo y acceso a derechos fundamentales.
Si bien los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son una herramienta común para combatir el dolor, su uso incorrecto y excesivo preocupa a los especialistas por aumentar la probabilidad de eventos graves entre los cuales la Sociedad Argentina de Gastroenterología destaca las úlceras gástricas y el sangrado intestinal.