La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y resulta, además, uno de los más visibles. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar si realmente la “conocemos” lo suficiente. Controlarla en forma regular es una rutina saludable que puede evitar problemas mayores en un futuro. Hay algunos cambios que, en caso de ser detectados, requieren una consulta con un médico especializado: pueden ser manifestaciones del desarrollo de un melanoma, uno de los tipos más agresivos del cáncer de piel.
Un estudio publicado en la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología mostró que los fallecimientos por esta causa aumentaron en más de 1 millón entre 1990 y 2019 y ascendería aún más. Los siete factores de riesgo que se pueden controlar.
La Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y la colitis indeterminada son llamadas en su conjunto Enfermedad Inflamatoria Intestinal” (EII), son enfermedades autoinmunes, que implican inflamación de los tejidos del tracto digestivo por tiempo prolongado (crónico).
Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial (HTA) con la finalidad de promover la concienciación, prevención, diagnóstico y control de dicha condición, considerada como el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares. Si bien muchas investigaciones exponen la importancia de cuidar la HTA, habitualmente esta no presenta síntomas, por lo cual este “enemigo silencioso” puede afectar el cerebro, corazón y riñón sin siquiera notarlo.
Todos los años, el primer sábado de mayo se celebra el Día Mundial de la Espondiloartritis Axial (EspAax) con el objetivo de elevar el perfil de esta enfermedad y aumentar la conciencia sobre el impacto físico, mental y emocional que tiene en la vida de las personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, siendo responsable de la pérdida de 18 millones de vidas al año. Si bien existen factores de riesgo naturales como la edad o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular en edad temprana, existen otros que pueden ser adquiridos como hábitos de la vida diaria: tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo, mala alimentación, entre otros.