Ya las cartas se bajaron sobre la mesa. La sociedad argentina, por amplio margen, decidió confiar su destino a la actual oposición por una diferencia de más de 11 puntos: 55,69 por ciento para Javier Milei, 44,30 por ciento para Sergio Massa. Si algo quedaba en claro era que la definición iba a ser por amplio margen, y con escaso porcentaje de votos en blanco.
¿Con qué Argentina nos encontraremos a partir del 20 de noviembre? Reina la incertidumbre sobre el día después de la definición del balotaje. Por más que se haga memoria, no es posible encontrar un antecedente de una definición tan determinante como la que deberemos adoptar, ya que no sólo se trata de definir un presidente, sino de elegir entre más de lo conocido, probablemente mejorado y ordenado, o dar un salto al vacío.
Tras la primera vuelta electoral, al (¿ex?) libertario Javier Milei parece habérsele caído el mundo encima. No sólo no consiguió imponerse sin necesidad de balotaje, sino que quedó a 7 puntos del candidato de UxP, Sergio Massa.
El “ángel exterminador” Mauricio Macri –según la lograda definición de Jorge Asis- ya se llevó puestos a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y, más temprano que tarde, a Javier Milei. si no soy yo no es nadie parece ser su lema. Pero hasta su eliminación definitiva, los instrumentos de Macri deben entregarle hasta la última libra de carne.
La recuperación histórica de Sergio Massa le permitió revertir los resultados de las PASO. Con el 76,22 por ciento de las mesas escrutadas, se consagró como el postulante más votado, con casi el 37 por ciento de los votos. El candidato libertario apenas incrementó levemente sus sufragios de las PASO, superando apenas el 30 por ciento y la ex Ministra de Seguridad tuvo una decepcionante performance que sólo le permitió arañar el 24 por ciento.
El dólar blue trepó este martes a 1045 pesos por unidad. No fue casualidad, sino parte de una movida para provocar la hiperinflación que viene fogoneando Javier Milei desde la semana pasada.