Santiago Caputo, el consultor y asesor cercano al prescindente Javier Milei, mantiene activo a su equipo de comunicación con la mira puesta en la provincia de Buenos Aires, donde buscan presentar una alternativa capaz de competir por la gobernación que hoy conduce Axel Kicillof.
“El freno a Milei empieza este domingo”, aseguraba Cristina Fernández de Kirchner en un video de Twitter especialmente preparado y publicado tres días antes de las elecciones legislativas nacionales. El augurio le salió mal a la ex mandataria presa en su domicilio, quien acumula más causas de corrupción que logros de Gobierno.
Un conjunto de posteos en X (ex Twitter), emisiones en vivo y piezas compartidas en redes sociales comenzaron a circular en las últimas semanas con una acusación concreta: Gabriel Bracesco (periodista y tuitero que mantiene presencia activa en X) y Tomás Rebord (conductor y figura de streaming en el canal Blender) estarían intentando articular un espacio que atraiga a una franja disidente de la derecha (sectores desencantados con La Libertad Avanza) y del peronismo antiprogresista, con la idea de configurar un polo nacionalista y conservador de cara al ciclo electoral que culmina en 2027.
En menos de dos años de gestión, La Libertad Avanza, el espacio que había prometido venir a “cambiar las cosas”, lo único que logró acumular es un número exorbitante de causas de corrupción en tiempo récord.
La Libertad Avanza (LLA) atraviesa una nueva etapa de su vida política: la del poder y la reelección. Pero detrás del discurso de la “casta afuera” y la épica libertaria, el engranaje interno del oficialismo muestra un funcionamiento cada vez más cerrado, verticalista y dominado por un puñado de nombres.