Las elecciones cada vez son más un hecho potable y de gusto entre propios y extraños. De tal forma, La Libertad Avanza (LLA) comienza a diagramarse en cada rincón del país.
La breve y magra trayectoria política de Javier Milei ya le está dando su primera lección: a menos de un año de asumir en el poder, ya no puede caminar por la calle y salir moralmente ileso. El “vuelto” le está llegando enseguida.
El asesor presidencial Santiago Caputo se encuentra en medio de idas y vueltas por la composición del Gobierno de Javier Milei. Ya que, se encarga de poder obtener presupuesto y buenas partidas de espacios en la administración nacional.
Salud, educación, seguridad y economía, las cuatro áreas más sensibles de toda gestión de Estado, son las que están siendo sistemáticamente azotadas por el des-gobierno de Javier Milei, quien desde la campaña electoral hasta la actualidad, viene repitiendo un discurso falaz basado en la supuesta premisa de la “libertad”, una utilización deformada y alevosa de uno de los valores esenciales de la democracia.
Nada es casual. Justo cuando los sondeos de opinión marcan por primera vez una caída significativa en la imagen presidencial y la calle levanta temperatura con la amenaza de conflictos latentes en un escenario económico crítico, el Gobierno decidió poner el moño formal a una especie de tregua con la CGT, que desde el entorno más próximo a Javier Milei venían cocinando desde hace largas semanas.