Juntos por el Cambio (JxC) no sabe romper la grieta que tiene entre la Unión Cívica Radical (UCR) y Propuesta Republicana (PRO). Este último espacio con la ruptura irreconciliable entre Halcones y Palomas. Lo cual dejaría para cualquier frente, una oportunidad de golpe al mentón.
Atrás quedaron las épocas en las que gozar de los derechos y pequeños placeres de la vida era una cuestión cotidiana. Hasta eso nos robó el Gobierno que dice llamarse peronista, pero que en los hechos, carece de conducción y sigue implementando medidas ineficientes a prueba y error, a costa del bienestar del pueblo.
De poco parece haber servido la embestida, secuenciada en tres etapas, que desarrolló cuidadosa y ruidosamente el kirchnerismo la semana pasada para empujar a Alberto Fernández a que decida qué hará en las próximas elecciones.
La cuenta regresiva de la carrera electoral ya comenzó, pero hasta ahora hay más especulaciones que certezas.
Últimamente, se puso de moda catalogar al presidente Alberto Fernández de socialdemócrata. Él mismo, para exhibirse hippie de origen y moderado en la madurez, colaboró con esa definición que desde La Cámpora (pero también opositores como Guillermo Moreno, Julio De Vido y hasta Miguel Ángel Pichetto) le lanzan en tono de denuncia.