El Frente de Todos (FdT) se encuentra en medio de peleas e internas de cara hacia lo que será la elección presidencial del 2023. Mientras ya hay aspirantes como el gobernador tucumano Juan Manzur y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, o bien el tapado titular del Interior, Eduardo Wado de Pedro, aún no hay nada definido al 100 por ciento.
El escenario base de la oposición es demasiado optimista y se sesga a lo siguiente: Todo esto le explota seguramente a Alberto Fernández.
Arrancó la candente cuenta regresiva electoral. Este domingo, los medios de todo el país amanecieron con otra novedad vinculada a la interna feroz que atraviesa un Frente de Todos despedazado, espacio que se ha convertido en una bolsa de gatos de la que nadie saldrá ileso a nivel político.
Es sumamente común pensar que Argentina nunca podría caer en la ideología comunista, como consecuencia de su riqueza y ante su pasado con el Proceso de Reorganización Nacional. Por lo tanto, la frase de vamos a ser Venezuela o Cuba, ya es tradición.
Democracia: “Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a elegir y controlar a sus gobernantes”. Una premisa que incumplen los dictadores de la región que esta semana iban a ser recibidos con alfombra roja por el presidente Alberto Fernández, decisión que fue ampliamente rechazada tanto desde el arco opositor como desde la comunidad venezolana radicada en Argentina, entre otras entidades y organizaciones.