“Yo no lo voté para esto”, es una de las frases que más suenan en la calle, en el comercio del barrio, en el transporte público, apenas días después de la asunción del presidente Javier Milei. Gran parte del electorado que apostó a un cambio, confiado en las premisas de su campaña, se sienten profundamente defraudados tras conocerse las primeras medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Si creíste que la “casta” iba a pagar el ajuste, debés estar retorciéndote frente a tu ordenador.
El presidente Javier Milei transita sus primeros días al frente del Gobierno, junto a su más cercana Karina Milei y la vicepresidente Victoria Villarruel, pero ello no quiere decir que aún todo es color de rosas. Sin ir más lejos, la composición del Gabinete nacional fue todo un parto.
A menos de una semana de su asunción, el presidente electo Javier Milei y su mesa chica terminan de definir quiénes ocuparán los cargos vacantes en el futuro Gabinete y cómo quedarán conformados los Ministerios, después del 10 de diciembre.
El 10 de diciembre finaliza un Gobierno obsoleto, desgastado, inoperante y acéfalo, signado por la desidia en materia económica y social. El resultado es una Argentina atrapada en tres problemáticas cruciales: inflación, inseguridad y pobreza. Un combo fatal que la nueva gestión deberá desarmar con destreza, eficacia y mano de cirujano en tiempo récord, a los fines de poder iniciar un nuevo modelo de Gobierno que permita recomponer un tejido social profundamente dañado.