A medida que crece el temor no solo en la sociedad, sino también dentro del Gobierno, por los datos de la inflación de marzo que se conocerán en breve, el Frente de Todos sufre la peor crisis de su existencia, con Alberto Fernández en el centro de la hecatombe.
El país se encuentra sometido actualmente al egocentrismo de Cristina Fernández de Kirchner. Esa mujer política que cuando se sentó en el Sillón de Rivadavia esbozó un 6 de diciembre del año 2012 a través de cadena nacional, en el Salón de las Mujeres: “Solamente hay que tenerle temor a Dios. Y a mí, en todo caso, un poquito”.
El culebrón al que día a día este Gobierno circense nos tiene acostumbrados suma capítulos que viran rápidamente del melodrama a la tragedia nacional.
Finalmente, ocurrió lo que se anticipaba y el Congreso podría aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el gobierno de Alberto Fernández lleva cabo lo que, ellos lo niegan, significará un ajuste sobre el pueblo argentino.