Día a día, el Gobierno brinda una nueva señal de alarma sobre el crecimiento de los contagios de Covid-19, acompañada de mensajes dirigidos a la “concientización”, repetidos hasta el cansancio: mantener la correspondiente distancia, usar tapabocas, tratar de seguir encerrados, no reunirse, etcétera. Incluso pone su energía en recomendar acercamientos sexuales únicamente por la vía virtual, e insta a la población a no reír, cantar ni gritar para evitar la propagación de la enfermedad. Es decir, si te quedaba una pizca de alegría después de 160 días de confinamiento, debacle socioeconómica y crisis, hay que reprimirla.
El proyecto de reforma judicial está listo para ser tratado esta semana en el Senado. En su última jugada durante el debate de comisiones, el kirchnerismo agregó una polémica cláusula contra los medios de comunicación.
A pocos días del anuncio de la extensión de la cuarentena, se llevará a cabo este lunes 17 de agosto un banderazo opositor, una nueva marcha que le enrostra a Alberto Fernández que una gran parte de la población argentina está disconforme con sus políticas.
El gobierno de Alberto Fernández presentó, días atrás, el proyecto de reforma judicial que plantea la creación de un fuero Federal Penal a partir de la unificación del actual fuero Federal con el Penal Económico, que prevé la creación de 23 nuevos juzgados.
El hecho de que Mauricio Macri ya no sea presidente de la Nación, no le impide hacer uso y abuso del poder adquirido a lo largo de los años, primero como empresario y luego como gobernante.