El Congreso Nacional se encuentra en eje por lo que viene sucediendo desde el Gobierno, ya que hay tirones de oreja, pedidos elocuentes y, mientras, en el medio acontece el hecho de que el presidente de Diputados, Sergio Massa, suena fuerte como posible desembarco como jefe de Gabinete de Alberto Fernández.
El proyecto de ley de ficha limpia, una de las banderas que la oposición se proponía impulsar durante el segundo semestre del año, comenzó a perder impulso en la Cámara de Diputados. La razón es, paradójicamente, la situación judicial de Cristina Kirchner: varios opositores advierten que avanzar en la iniciativa que prohíbe la postulación de aquellas personas con sentencia confirmada podría convertirse en una excusa para instalar a la vicepresidenta como “víctima” de una proscripción, así, aumentar las chances electorales del kirchnerismo el año próximo.
La semana que viene el Congreso retoma la actividad legislativa tras el receso invernal, y el kirchnerismo ya decidió que su primer esfuerzo será aprobar la legalización de la eutanasia. A pesar de que Argentina atraviesa la peor crisis desde el 2001, la prioridad del Frente de Todos está puesta en una cuestión social de baja importancia en vez de reformas estructurales que el país tanto necesita.