Parece chiste pero no es. Con la crisis terrible, con una economía en llamas y los precios por las nubes, seguramente la inflación golpeó los bolsillos de los legisladores, así que, no es de extrañar que hayan tenido que recurrir a la lapicera para aumentarse de porrazo, sin paritarias, sin patalear, sin decirse “grandes verdades” a la cara, un 30 por ciento sus “magros” salarios. ¿Y vos cómo te sentís? Ya lo sabemos…