El príncipe Guillermo tiene una cicatriz bastante evidente en la sien izquierda, a la que se refiere como su cicatriz de Harry Potter. La marca es el resultado de un accidente ocurrido cuando tenía 13 años, durante un partido de golf, en el que un amigo le golpeó accidentalmente en la frente con un palo de golf. Este incidente lo llevó al hospital y dejó una cicatriz visible que a veces se enrojece y se nota más, mientras que otras veces es casi invisible.