La imagen de Kate Middleton, princesa de Gales, sonriente junto a sus tres hijos debía poner fin a la ola de especulaciones sobre su salud y su paradero. En lugar de ello, la foto desencadenó una nueva controversia para la familia real británica después de que varias agencias de noticias internacionales retiraran la imagen horas más tarde, citando preocupaciones de manipulación.