Emmanuel Macron y Brigitte Macron aterrizaron ayer en Rabat junto a una delegación de miembros del gobierno y personalidades de la cultura. El motivo ha sido un viaje de Estado de tres días a Marruecos para fortalecer las relaciones diplomáticas entre ambos países. Mohamed VI, quien había limitado su presencia pública en los meses anteriores por sus problemas de salud, ha retomado su agenda, rodeándose para esta ocasión especial, de buena parte de su familia. De todos ellos ha destacado la asistencia de la princesa Lalla Khadija, la hija de 17 años del rey de Marruecos, a la que no se veía desde hace cinco años.