El mayor secreto que la familia real ha ocultado a la sociedad española es que, después de que nacieran la infanta Elena (1963), la infanta Cristina (1965) y el rey Felipe (1968), Juan Carlos I tuvo una cuarta hija, fruto de una relación extramatrimonial con una aristócrata ligeramente mayor que él. Esta cuarta heredera llegó al mundo a finales de los setenta, principios de los ochenta.
La princesa Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory se convirtieron en marido y mujer el pasado sábado en una ceremonia civil que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la ciudad de Luxemburgo.