Plasmo mi mente, que te parece como se siente, tanto dolor causado por tu maldad y des humanidad, el tiempo y el temor, el tormento del pensamiento inferior por miedo a la superación y a la evolución por guardar tantos secretos del tiempo en extinción, ya no podés esconderlo ya no hay criterios solo el silencio y dices que no hay nada de qué hablar por no querer conversar ni aceptar tanta maldad que despide tu corazón y materializan las manos de quien trabajan suciamente por ti.
Hace tiempo que quería agradecerte. Sí. A vos y a tus antecesores. A vos, porque con tu forma de ser me confirmas la mía. Y a tus antecesores, porque hicieron a Perón.