La cuarentena por el coronavirus aceleró las transformaciones y generó nuevos hábitos. “El coronavirus y la cuarentena fueron el peor escenario para la gastronomía que existió en la historia de Argentina”, sentencia Cecilia Boullosa o Chica Eléctrica, quien se convirtió en una cronista minuciosa de esos meses que irán a los libros de historia.
Mara Comai es una platense que se especializó en comida japonesa y con el paso del tiempo se animó a montar un food truck, o camión de comida, en Melincué, una localidad al sur de la provincia de Santa Fe, donde se dedica a la elaboración de los platillos orientales.
Este local se denomina “termopolio” y era muy habitual en la Roma clásica, donde los ciudadanos comían frecuentemente fuera de casa. Se trataba de puestos callejeros donde se vendía comida y bebida caliente, un antecedente de lo que podría ser la fast food.
Tras un año de muchos desafíos, Almacén de Pizzas reabre su local ubicado en Cariló, el próximo 26 de diciembre, y espera acompañar a todos los argentinos durante el verano, con una nueva propuesta estética y remodelación en el salón.
Aunque fue un año convulsionado por la industria, por el avance del coronavirus, los reconocimientos se hicieron sentir, tal es el caso de Mauro Colagreco, cuyo restaurante Mirazur, en la ciudad de Menton, Francia, es el mejor del mundo según www.theworlds50best.com.