¿Qué puede hacer que dos personas jóvenes, de veintitantos años, sanas, enamoradas, sin estrés ni problemas de otra índole, sin patologías sexuales y con una economía que les permite vivir en un piso para ellos solos, deban recurrir a terapia de pareja porque, aunque tienen deseo, hace meses que no mantienen relaciones sexuales? ¿Qué extraña fuerza cósmica impide que gasten colchones y rompan somieres de tanto usarlos?
Los gemidos y los pequeños gritos de placer hacen que la persona que lo está sintiendo se excite más, pero también provoca que la otra persona se estimule todavía más. Pero este tipo de expresiones físicas no siempre se llevan a cabo mientras se mantienen relaciones ni tampoco si hablamos de masturbación.
Belén no llegaba nunca a fin de mes y un amigo le jugó una apuesta: si vendía contenido erótico por redes sociales iba a palear deudas antes del mes vencido. El amigo tuvo razón y Belén empezó a encontrar una forma de por lo menos empatar, costear sus estudios y evitar tener que endeudarse.
Si quieres darle un toque picante a tu vida en la cama, hay un montón de herramientas y juguetes que pueden ayudarte.
Durante siglos, el placer en los hombres se asoció casi exclusivamente al miembro masculino y buscar otro tipo de satisfacción, más allá del sexo oral y todos los beneficios sobre su práctica, se podía llegar a considerar una excentricidad, pero ellos también tienen zonas erógenas para ser exploradas y estimuladas.
Todavía no es fácil hablar de sexualidad y discapacidad y, mucho menos, de pareja y discapacidad. La temática es abordada por Daniela Aza, licenciada en Comunicación Social, influencer y creador, quien además es una persona con discapacidad, y explica que al tratar el asunto, surgen muchas sensaciones y reacciones: miedo, vergüenza, pudor, lástima.
Desde hace tiempo, la sexualidad se fue despojando de algunos tabúes y esto se evidencia en el reconocimiento y aceptación de diferentes orientaciones y prácticas sexuales. Una de ellas es la sociosexualidad, en la cual se tienen relaciones sexuales por el mero placer físico, sin que medie ningún tipo de vínculo emocional o personal hacia el otro
Algunos nos ponemos sentimentales, a otros nos dan unas ganas enormes de comer y otros solamente queremos tener sexo. ¿Por qué nos vamos a los extremos durante la temporada de fiestas? De acuerdo con un estudio publicado por Scientific Reports en 2017, la búsqueda de la palabra “sexo” en Google y su uso en redes sociales aumenta considerablemente durante las celebraciones religiosas y culturales, como Navidad y Año Nuevo, y esto está directamente ligado al alza en el número de nacimientos nueve meses después.
En la última iniciativa de un intento en curso para mejorar la imagen de Ámsterdam, reducir el comportamiento ruidoso de los visitantes y mejorar la habitabilidad y la seguridad de los residentes, los funcionarios de la ciudad anunciaron recientemente propuestas de políticas para limitar el crecimiento y las molestias del turismo y combatir el hacinamiento.
Una relación a distancia puede ser difícil. La imposibilidad de estar juntos, de disfrutar del contacto físico y visual, de los momentos de intimidad y los encuentros sexuales puede afectar a la relación, y mucho más si la conexión emocional se va desvaneciendo. Sin embargo, gracias a las ventajas tecnológicas de la modernidad, se puede mantener el sexo con la pareja y no dejar apagar la chispa.
La rutina otorga solidez y certidumbre a las parejas establecidas, pero también elimina los necesarios vestigios de aventura y sorpresa que fortalecían el deseo erótico. Entre las responsabilidades cotidianas, y el quehacer diario, la monotonía se arraiga en la dinámica y apaga el ímpetu de los primeros encuentros.
La ducha no es solo un lugar privado y de higiene, puede convertirse en un espacio erótico.
Este tipo de encuentro busca traspasar límites, explorar y conocer nuevas formas de alcanzar el placer. Aunque algunas personas lo relacionan con el sadomasoquismo, no está vinculado necesariamente. En Inglaterra, se ha convertido en una práctica que aglutina cada vez más adeptos.
Se trata de una máxima no escrita, pero afianzada por la cultura popular. De este modo, algunos recomiendan esperar para intimar con alguien.
Los espejos son objetos que están ligandos al universo de la belleza, pero cuando la rutina afecta a las relaciones sexuales de pareja o a los vínculos sexoafectivos con un compañero, pueden servir para aportar esa chispa que se necesita en la sexualidad. Si bien el papel que juegan estos cuando se está en el tema, puede parecer una idea morbosa, para otros ver sus cuerpos en acción puede ocasionar efectos insospechados.
El sexo es rico en matices y comportamientos, pero actualmente se fue ampliando el abanico de etiquetas sociales para designar las tendencias sexuales existentes y, entre ellas, se encuentra la demisexualidad, una orientación sexual en la que la atracción principal es emocional.